LA RIQUEZA REQUIERE DE UNA ACTITUD DE POBREZA Lc 6, 20-26
LA RIQUEZA REQUIERE DE UNA ACTITUD DE POBREZA
Lc 6, 20-26
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Luis Fernando Castro Parra TEÓLOGO |
¿Cuál es la percepción que tenemos sobre el tema de la riqueza y la pobreza? ¿En dónde tenemos puesta nuestra libertad y felicidad? A la luz de la Palabra de Dios, Jesús presenta las bienaventuranzas y malaventuranzas en la llanura para hacer entender los contrastes creados en la relación y la vida social. En la travesía cotidiana de nuestra vida tenemos la opción de tomar algunos caminos que nos pueden conducir hacia el fracaso o hacia la victoria. Dos maneras opuestas de vivir y de tratar de ser libres y felices. Por una parte algunos toman el camino de buscar la felicidad en las riquezas, en el poder, en el prestigio, en acumular bienes y satisfacer sus propios caprichos. Llevan una vida de hartura gracias a hacer sentir pequeños a los demás, impidiendo que crezcan y progresen de un modo eficaz. Algunos tienen la osadía de distorsionar la verdad, de usar su autoridad o su riqueza en favor de unos pocos, sólo para conservar sus propios privilegios. Sin embargo, en contraste existen las personas que deciden tomar un camino de libertad y de responsabilidad constructiva, dedicados a emprender espacios y oportunidades que traiga en efecto convivencia más saludable y fraterna, en la que todo es puesto en común, sin ninguna exclusión, dando oportunidad al crecimiento integral de los demás. Personas que son insistentes, creativas, que buscan trabajar en equipo para estimular y para escuchar sugerencias que permita mejorar en lo que hacemos, dando posibilidad a dar lo mejor en calidad al crecimiento de los demás. No para hacerlos dependientes, sino para que adquiriendo herramientas puedan valerse por sí mismos, sean proactivos, aflorando con discernimiento sus capacidades y tomando las mejores decisiones para ir un poco más lejos. Son personas que trastornan la mentalidad superficial y acomodada porque se abren a nuevas dimensiones, capaces de descubrir la riqueza de la solidaridad, de la alegría, de la disponibilidad y la entrega al servicio pronto, de experimentar la grandeza de la paz en medio del desconcierto o de las situaciones adversas. Estas personas, aunque odiados y perseguidos porque no se acomodan a los intereses, a los métodos y a los paradigmas de los demás, se mantienen firmes y enfocados para conseguir sus metas, que no sólo serán de beneplácito para algunos, sino un aporte para todos, incluso para aquellos que lo han querido reducir a la debilidad y a la miseria. Por tanto, nos encontramos con dos opciones y alternativas de vida que en nuestra existencia están estrechamente relacionadas, pero que necesita de discernimiento y de tomar la mejor decisión para saber cómo y dónde se vive de un modo libre y feliz. La alternativa por la riqueza requiere de una actitud de pobreza.
Luis Fernando Castro P.
Teólogo- Magister en Familia
@parraluisferf
luisferflormaria@yahoo.es
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