EL RETO DE ACTUAR EN LO EXTRAORDINARIO Lc 6, 27-38
EL RETO DE ACTUAR EN LO EXTRAORDINARIO
Lc 6, 27-38
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| Luis Fernando Castro Parra TEÓLOGO |
¿Cuál es la expectativa que tenemos en relación con los demás? A la luz de la Palabra de Dios, Jesús presenta un proyecto de vida que abre la posibilidad a nuevas relaciones. Un reto que busca aprovechar la felicidad al máximo en nuestra vida presente. El propósito de ser libres y felices nace del sentido que cada uno, como persona libre puede darle a su vida y a sus relaciones personales. Los retos que nos proponemos alcanzar brindan la claridad a las acciones y actitudes que desarrollamos en nuestra vida cotidiana, moldeando nuestro estilo de vida para lograr conseguir siempre algo mejor que nos ayude a avanzar en nuestra vida y en nuestra relación personal. Al centrar nuestras decisiones, pensamientos y acciones alrededor de lo que buscamos ser mejor nos sentimos gratificados y plenos. Consideramos facilitar herramientas que ayuden a otros a encontrar un nuevo camino de vida e ir más allá de lo lógico y de lo que podemos esperar, incluso de nosotros mismos. Un reto extraordinario de actuar que nos saca de los métodos básicos que usamos en nuestras relaciones con los demás para perseverar y continuar hasta alcanzar metas que nos enfrenta y nos compromete para ser mejores en todos los ámbitos, aún cuando todos somos y actuamos de una manera diferente, pero que nos une para vivir de un modo libre y feliz. Por supuesto, que algunas personas con acciones individuales, impregnadas más por el placer, el interés propio afirman una vida personal sin mayores relaciones ni comunicación adecuada, referida a: sálvese quién pueda. Sin embargo, el reto consiste en desarrollar con dinamismo una actitud superior y distinta a la que marcan los demás, dando oportunidad a destacarse por hacer todo el bien posible, sin poner límites a la capacidad de ser respuesta constructiva, de sacar lo mejor versión de nosotros para ser un canal de vida, venciendo la mezquindad y la expectativa ligera que tenemos de las demás personas. Esto no implica que no nos duela las agresiones de otros, pero sí, es importante la reacción y el manejo que le damos, porque no es posible construir relaciones nuevas desde lo exclusivo y desde la mentalidad del desquite. Cuando estamos enfocados en la libertad y la felicidad somos capaces de superar los momentos y las situaciones adversas que suelen surgir en las distintas relaciones personales, acabando con las expectativas negativas e inútiles para abrir la posibilidad a un sendero que nos llevará más lejos, donde somos más productivos con la capacidad dinámica de desarrollar un estilo de vida solidaria como novedad que favorece el progreso integral de la vida y de nuestras relaciones personales, más allá de las que amamos. Esto nos mostrará la capacidad y la autoridad que tenemos de superar obstáculos con la fuerza maravillosa de Dios.
Luis Fernando Castro P.
Teólogo- Magister en Familia
@parraluisferf
luisferflormaria@yahoo.es
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