ECUACIÓN PARA AVANZAR EN LA VIDA Lc 4, 16-30
ECUACIÓN PARA AVANZAR EN LA VIDA
Lc 4, 16-30
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Luis Fernando Castro Parra TEÓLOGO |
¿Cuáles son los motivos que en nuestra experiencia de vida nos conduce a excluir a algunas personas? A la luz de la Palabra de Dios, Jesús llega a una sinagoga de Nazaret donde presenta su programa de vida y de servicio. En principio fue admirado por la gente, pero por interpretaciones erradas generan un mal ambiente, queriendo matar al Maestro. Estamos acostumbrados a tener una actitud crítica destructiva de las propuestas, acciones y actitudes de las otras personas, por lo que piensan, por lo que dicen o por lo que hacen, dejando en consecuencia rechazo, exclusión, malas interpretaciones, que generan ambientes poco saludables y malestar a la persona que se ha referido con estímulos negativos. Cuántos ponen en duda los talentos, las habilidades y las capacidades de las personas porque sencillamente no lo hablaron o no hicieron las cosas como esperábamos que las dijeran o las desarrollarán. Los cuestionamos escandalizados, lanzamos críticas destructivas y hasta generamos ambientes que destruyen su autoestima, produciendo sentimientos de inseguridad emocional y aumentando la sensibilidad ante rechazos posteriores. Sin embargo, ante estos sucesos contrarios lo recomendable es no perder la calma, manteniéndose motivado y perseverante, confiado en sí mismo y en la gracia de Dios. El estímulo negativo de los demás no puede ser suficiente para que nos apartemos o nos desvíe de nuestras decisiones y de nuestros objetivos. Por otra parte ante la mentalidad del privilegio o del cerrazón de la misma lo mejor es evitar aferrarse a discusiones, a enfrentamientos que no conducirán a nada, que no aportarán soluciones ni resolverá problemas. Por eso, lo mejor es apartarse de los lugares donde no se valora, donde no somos bien recibidos o se nos impide incluso crecer y avanzar en libertad. Mantengamos siempre la actitud de caminar hacia adelante y motivado, logrando avanzar para alcanzar las metas que nos hemos propuesto, seguros también del respaldo y la bendición de Dios, que siempre nos sorprende y nos respalda para desarrollar nuestro programa de vida, de una manera responsable y eficaz. Esta es la ecuación: motivación más respaldo de Dios, básico para avanzar en todos los aspectos de nuestra vida.
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