PARA GANAR LA VIDA Mt 16, 24-28
PARA GANAR LA VIDA
Mt 16, 24-28
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Luis Fernando Castro Parra TEÓLOGO |
¿Qué estilo de vida estamos dispuestos a ofrecer para ganar la vida? A la luz de la Palabra de Dios, Jesús continúa mostrando las exigencias e implicaciones de seguir su escuela. Todos como personas queremos ganar y triunfar en nuestra vida en los distintos aspectos, sea profesional, familiar y laboral porque tenemos nuestras propias motivaciones. Para lograrlo hay que pagar el precio, hay que realizar esfuerzos, esperas y entregas. Hay que realizar sacrificios significativos, tareas adicionales, compromisos, disciplina y dedicación personal. Sin embargo, hay algunos que pasan su vida desperdiciando su vida porque están más enfocados en sí mismos, en sus caprichos, en sentirse víctimas por las situaciones que están experimentando. Están encerrados en su interior guardando toda su gracia, cuidando de sus tesoros, de sus capacidades y talentos. Viven acomodados en su zona de confort. No quieren caminar un poco más, aunque se lo pidan impidiendo avanzar y alcanzar nuevas cumbres. Piensan solamente en imponer sus ideas y acciones, usan incluso la violencia, el chantaje y la manipulación para mostrarse ganadores. Sin embargo, ganar la vida es producto del desprendimiento, de la aceptación y de la decisión. Desprendernos de cosas materiales es muy fácil, pero entregar nuestras ideas, nuestros conocimientos, puntos de vista u opiniones para darle la razón a otros, no lo es tanto, porque casi siempre se busca imponer nuestros intereses personales y caprichosos. Es importante aceptar que no somos iguales. El pensamiento, la opinión valiosa del otro, sus acciones no son como la de nosotros, algunas no nos gustará, pero sí nos quedamos enfocados en lo queremos que sea, nos impedirá disfrutar de lo que realmente es. Estamos invitados es amar. No ha cambiar. Las cosas que no podemos cambiar serán siempre iguales, estemos preocupados o estemos tranquilos. El otro no está allí para complacer nuestras ilusiones, de aquello que queremos. La otra persona está allí para ser él mismo y para crecer. De esta manera, desprendimiento, aceptación y decisión nos facilitará ganar la vida de un modo libre e integral, dejando la indiferencia, el egoísmo y la insensibilidad por los demás. Ganar la vida es desarrollar en nuestro proyecto de vida el desprendimiento, la aceptación con el fin de ofrecer un servicio adecuado y vital para todos, pues la vida se gana y se disfruta cuando servimos, cuando compartimos lo mejor de nosotros, cuando acompañamos y facilitamos herramientas constructivas que nos beneficien, que nos ayuden a crecer y progresar en todos los aspectos en cualquier momento o situación. Basta ver la imagen de una madre o también de mucha gente que saliendo de sí, son felices porque piensan en la felicidad de los demás. Por tanto, ganar la vida es entrar en un nuevo dinamismo, en un estilo de vida impregnado de solidaridad y generosidad, de disponibilidad y entrega para que el otro sea libre y feliz. Ahí está el secreto y la decisión para ganar la vida.
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