ALIMENTAR LA LIBERTAD Mt 11, 20-24

ALIMENTAR LA LIBERTAD

Mt 11, 20-24

Luis Fernando Castro Parra
TEÓLOGO

¿Has tenido en tu experiencia de vida y de relaciones personales a personas que usan frases como: yo soy así y nadie ni nada me cambia? A la luz de la Palabra de Dios, Jesús denuncia y cuestiona a algunas ciudades de Galilea donde se habían realizado curaciones milagrosas, pero, estas por su pretensión intelectual se resistía a recibir la propuesta del Reino. Nos sucede muchas veces en nuestra vida personal y en relación con los demás que creemos que todo lo que ocurre en la vida es y ha sido solamente por nuestro esfuerzo, por nuestro conocimiento, desconociendo y olvidando que otras personas también nos han inspirado, nos han  ayudado y nos han brindado su experiencia para lograr llegar a donde hoy estamos parados. Incluso, olvidamos que nosotros no somos los dueños de la vida, que es Dios quien alimenta y fortalece nuestro aliento de vida. Llegamos a tener tantas convicciones consolidadas y arraigadas, que parece que nada ni nadie es capaz de hacer posible que miremos el mundo de una manera distinta. Caminamos acostumbrados por la vida afirmando la frase, que a mi parecer es fatal y oscura: "es que yo soy así". Sin embargo, no somos así, podemos ser distintos y diferentes, podemos romper el cascarón fuerte para hallar en nosotros el diamante, el valor innumerable de lo que somos para proyectarlo también en lo demás. ¿Qué nos detiene? Muchas veces tememos perder el prestigio, el poder, la autoridad, tememos no ser suficientemente inteligentes y amables, tememos no merecer ser apreciados, estimados por otros, tememos mostrarnos frágiles y vulnerables, tememos ser buenos y verdaderamente libres porque esto nos comprometería a ser más productivos en lo que decimos y hacemos. Cuando nos ponemos un escudo para protegernos para resistimos a encontrarnos con algo nuevo que nos impulse a caminar más ligeros, cerramos la oportunidad de hacer algo más por nosotros y por los demás. Por tanto, la clave está en aprender a alimentar la libertad en dar un paso adelante en lo que hacemos, aún cuando esto implique entregarlo e influya en el bienestar y en el crecimiento personal de los otros. Lograrlo hará que muchos sean bendecidos y también felices.

Luis Fernando Castro P.
Teólogo- Magister en Familia
@parraluisferf
luisferflormaria@yahoo.es

Comentarios

Entradas populares de este blog

SABER ESCUCHAR PARA AMAR Mc 12, 28b-34 Domingo Trigésimo Primero del Tiempo Ordinario (Ciclo B)

EL ARTE DE VIVIR JUNTOS PARA SIEMPRE Mc 10, 2-16 Domingo Vigésimo Séptimo. Tiempo Ordinario (Ciclo B)

RESCATAR LA VIDA, SIRVIENDO CON GENEROSIDAD Mc 10, 35-45 Domingo Vigésimo Noveno del Tiempo Ordinario (Ciclo B)