BASES SÓLIDAS PARA AVANZAR Mt 10, 24-33

BASES SÓLIDAS PARA AVANZAR

Mt 10, 24-33

Luis Fernando Castro Parra
TEÓLOGO

¿Has sentido alguna persecución en algún momento de tu experiencia de vida por causa de tu compromiso en tus actitudes y en tus acciones? A la luz de la Palabra de Dios, Jesús en el anuncio de la misión de sus discípulos muestra cómo superar las situaciones y la circunstancias adversas y poco favorables que surgen alrededor de nuestra vida cotidiana, como fuertes vientos contrarios para que con confianza no desfallezcamos. Evitar los peligros que suelen surgir en nuestra vida hace parte de lo que desarrollamos en la cotidianidad, pero esto no puede convertirse en una excusa o en una preocupación constante para distanciarnos de lo que nos corresponde realizar para mejorar. Por supuesto que el instinto de autoconservación es sano para todos porque ayuda a conservar la vida, pero es insuficiente para vivir porque si no tenemos la confianza para avanzar superando los apegos y los miedos todo quedaría bloqueado, sumergido en la desesperanza y en la oscuridad. Pero, no tener miedo, también sería tenebroso porque ponemos en peligro nuestra vida. El miedo y la confianza, son dos principios antagonistas, pero también ambos son necesarios. Por eso, tener bases sólidas para avanzar y crecer es importante. Una de ellas sería superar el miedo y el prejuicio. El miedo se convierte en un gran problema para todos nosotros, cuando, le tenemos miedo a nuestros miedos. Tener miedo frente a las responsabilidades de la vida es normal, aunque algunos apuestan por tener una vida sin miedo. Pero ¿qué sería de una vida que no tuviera miedo? La dificultad de nuestra vida no es tener o sentir miedo, el problema es doblegarse y dejarse apabullar por el miedo porque eso impide avanzar en la responsabilidad de la misión. El miedo no es un factor que nos deba paralizar, intimidar o disfrazar nuestra opción de vida frente a la crítica destructiva o la imposición de otros, como tampoco puede llegar a ser el medio para levantar prejuicios y comentarios negativos, creando distancias entre unos y otros, destruyendo relaciones personales y promoviendo la inestabilidad en todos los aspectos de nuestra vida. Vencer el miedo y los prejuicios hará que las incertidumbres se apaguen con la luz de la vida y se rompan los límites y los muros entre unos y otros, obteniendo bases sólidas que fortalecen la confianza. Lo segundo es fortalecer la confianza. El valor mayor no está solamente en querer conservar la vida a toda costa, sino en aceptar y reconocer que Dios es el dueño de la vida. Alguien dijo que no hay una hoja de un árbol que no se mueva por la voluntad de Dios. De manera, que cuánto más se fortalezca la relación y la intimidad con Dios y consigo mismo más crecerá la valentía en nosotros para hacer frente a las situaciones y a la circunstancias adversas de nuestra vida, provocando resultados asombrosos que beneficiarán nuestra vida, pero también irradiará en el bienestar de quienes nos rodean. Y finalmente, mantenerse perseverante en el compromiso y la responsabilidad con las situaciones y las distintas relaciones personales que surgen en nuestra vida causará grandes y maravillosos resultados. Esto cada vez nos hará más libres frente a los demás y a las acciones que pretendan obstaculizar el crecimiento integral de nuestra existencia.

Luis Fernando Castro P.
Teólogo- Magister en Familia
@parraluisferf
luisferflormaria@yahoo.es

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