SIEMPRE HAY ALGO MÁS Lc 11, 29-32

SIEMPRE HAY ALGO MÁS

Lc 11, 29-32

Luis Fernando Castro Parra
TEÓLOGO

¿Cómo estas leyendo las señales y los acontecimientos que se presentan en nuestra experiencia de vida para avanzar y mejorar su calidad? A la luz de la Palabra de Dios, Jesús presenta una acusación muy fuerte contra los fariseos y escribas, quienes pedían una señal que respaldará sus palabras y acciones que él estaba haciendo. Querer tener cambios efectivos para mejorar la calidad de nuestra vida necesita de apertura, de tener un cambio de mentalidad para descubrir que en los acontecimientos y en las distintas situaciones de la vida hay algo más grande que sólo un problema o unas palabras. De nada sirve poner al frente de alguien un cuadro bonito y no querer abrir los ojos para leerlo, disfrutarlo, interpretarlo, hallando algo nuevo. No es posible ver algo nuevo si no miras de una forma nueva lo que ves, lo que lees, lo que sucede en nuestra vida. Lo más cómodo y fácil sería mantenerse en lo conocido que por conocer o quedarse en aquellas acciones, señales que deslumbran, que se muestran extraordinarias que dan seguridad, pero que impiden abrirse a optar por crecer, por avanzar, por descubrir algo que nos impulse a contribuir a construir a generar nuevas oportunidades, que si bien requieren de esfuerzo, de exigencia, de perseverancia, facilitará cambios efectivos en todos los sentidos de nuestra vida. Preferir mantenernos presos de las cosas que consideramos importantes y estables, pero que no son realmente fundamentales, bloqueará la posibilidad de escuchar, de encontrarnos con algo nuevo, de disfrutar de ese algo más que nos puede asombrar, que nos puede dar un nuevo impulso a lo que experimentamos en la vida, ya sea en el trabajo, en las distintas relaciones, en el campo familiar. Un siempre algo más nos permite encontrarnos con un mundo que nos muestra que éste no está pintado sólo de blanco y de negro, sino que está pintado de muchos colores que registran nuevos tiempos, que está pintado de otras alternativas, de otras opciones que nos desafía, pero nos facilita también crecer y avanzar integralmente sin perder lo que es mas importante: la escucha y el reconocimiento de Dios en nuestra historia. De esta manera cada cierto tiempo es necesario realizar cambios, desde lo que la vida nos esté mostrando e impulsando para lograr nuevos resultados que nos ayude a desarrollar otras capacidades, otras acciones que abran, que sean aporte para mejorar la calidad de vida, que edifique y contribuya a que otros también progresen integralmente. Por tanto, escuchar las señales, los signos, sin hacer de estos un escampadero nos arrastraran, nos renovarán, nos darán un nuevo aire, un oxígeno a lo que hacemos y vivimos, para que contribuyendo nos podamos extender sin medida y sin resistencias para aportar a nuestra realización y al crecimiento de las demás personas.

Luis Fernando Castro P.
Teólogo- Magister en Familia
@parraluisferf
luisferflormaria@yahoo.es

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