ESTAR AL LADO DEL MEJOR SOCIO Lc 16, 9-15
ESTAR AL LADO DEL MEJOR SOCIO
Lc 16, 9-15
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Luis Fernando Castro Parra TEÓLOGO |
¿Cómo estamos administrando los bienes recibidos, en especial el mundo del dinero? A la luz de la Palabra de Dios, Jesús advierte a los discípulos sobre los peligros que impiden vivir de un modo eficaz su seguimiento. Para asumir la tarea de promover para crecer es importante y fundamental ser competente en dicha labor, pero también ser fiel aun en los pequeños compromisos, pues son en ellos como se gana la confianza para lograr emprender tareas de mayor envergadura. Por eso es necesario: 1. Mantenerse fiel a las metas. Una persona que ha establecido un plan estratégico para el crecimiento en su estilo de vida, su actitud siguiente debe ser mantenerse fiel, firme y perseverante en los pequeños detalles y en los pequeños logros para conseguir llegar a ver cumplidas sus metas, sabiendo usar las riquezas externas de un modo adecuado. La fidelidad no sólo implica ser fiel y responsable a nuestras metas y sueños, también es necesario ser fiel a la sabiduría, al proyecto maravilloso de Dios. Pero, si enfocamos todos nuestros esfuerzos, sacrificios en nuestro trabajo o en el dinero como prioridad, los resultados no serán muy favorables porque aprenderemos a depender de este elemento hasta el punto que si llegara el momento de no tenerlo seríamos presa fácil de abandono de nuestro proyectos y de nuestras metas, floreciendo las quejas y la búsqueda constante de culpables que nos pondría sólo un velo oscuro, impidiendo ver más allá de nuestras posibilidades, conduciéndonos al fracaso, a la indecisión, al miedo y a la frustración. El dinero, el trabajo será un elemento que usaremos de forma responsable para proyectar nuevas etapas, nuevos tiempos, fundamentados en estrategias y decisiones que nos facilite colaborar con generosidad y solidaridad en el mejoramiento de la calidad de vida de todos, donde no sólo se promueve a otras personas, sino también podamos ver cumplidos nuestras metas y sueños emprendidos sin alejarnos de lo que realmente importa, compartir como buenos administradores de las riquezas que se nos han dado. 2. Emprender sin perder la mirada en Dios. Servir a dos señores es un dilema que nos hace más compleja la vida, pues aborrecemos a uno por amar al otro...o se entregará a uno y se despreciará al otro...Por eso, no se puede emprender un proyecto de vida sin tener de nuestro lado y en nuestra mirada constante y permanente a Dios. Es importante que en nuestras decisiones, propuestas y sueños esté el gran socio de la vida, Dios para que no nos sirvamos a nosotros mismos. Saber contar con Dios nos permitirá tener claridad para avanzar y crecer hacia nuestros propósitos, superando la indecisión, los miedos y los temores ante las posibles situaciones y circunstancias que se nos llegan a presentar. Asociamos y dejamos iluminar por el Buen Dios garantizamos el buen término de nuestros esfuerzos, sacrificios y perseverancia, contribuyendo a servir con generosidad y solidaridad, colaborando y promoviendo a que los demás también crezcan y sean posibilidad de vida llegando así a cumplir sus metas y sus sueños. Ahora ¡Sólo tú decides cuál o quién es tu mejor socio en lo que emprendes!
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