ENTRAR EN LA DINÁMICA DE LA MISERICORDIA Lc 15, 1-10
ENTRAR EN LA DINÁMICA DE LA MISERICORDIA
Lc 15, 1-10
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Luis Fernando Castro Parra TEÓLOGO |
¿Cómo estamos practicando el dinamismo de la misericordia en nuestra experiencia de vida? A la luz de la Palabra de Dios, Jesús a través de dos nuevas parábolas enseña a los escribas y fariseos que murmuraban y criticaban contra él por querer mostrar a un Dios cercano, enamorado de sus hijos, desbordado de misericordia. Las dos maravillosas lecciones que nos enseña Jesús sobre la misericordia del Padre nos pone en una óptica estratégica distinta y más cercana a la imagen de un Dios que tal vez no hemos aprendido. Las parábolas nos muestra a un Padre que no da por perdido a nadie, que no es excluyente, aunque le toque asumir riesgos; que no se cansa de buscar a tiempo y destiempo, pues quizás mañana puede llegar a ser tarde para encontrar algo nuevo. La misericordia del Padre no nos aleja de él, por el contrario nos restaura, nos abraza, nos recibe y nos incluye en su proyecto para que caminemos con sentido y realización en nuestra vida, permitiéndonos experimentar una nueva relación movida por la fuerza de la libertad, de la alegría y del amor. Entrar por eso, en la dinámica de la misericordia es comenzar un nuevo estilo de vida, es dar un paso definitivo para desarrollar nuestra libertad como hijos, como personas que deseamos crecer integralmente, avanzando hacia las metas y proyectos de vida propuestos impregnando de la alegría que provoca conseguir objetivos para aportar y construir. Entrar en la dinámica de la misericordia es fortalecer las relaciones humanas, asumiendo con solidaridad, con responsabilidad y decisión todas nuestras acciones a fin de mejorar los ambientes donde pertenecemos, facilitando el progreso y crecimiento de todos. El dinamismo de la misericordia nos mueve a acoger, a promover y a compartir a otros la alegría, fruto de darnos cuenta de las bendiciones que el Padre Dios nos da, para que a través de este motor también lleguemos a cumplir metas y sueños que nos permitan ingresar a tomar un estilo de vida más constructivo que permite celebrar de un modo festivo con los demás. Por tanto, la dinámica de la misericordia es el desborde de la ternura y de la fuerza de un Padre que no agota nada para continuar dándonos lo mejor para que actuando con perseverancia desarrollamos la libertad, el amor y la felicidad.
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