CLAVES PARA ABRIRNOS AL CAMBIO Lc 13, 1-9
CLAVES PARA ABRIRNOS AL CAMBIO
Lc 13, 1-9
![]() |
Luis Fernando Castro Parra TEÓLOGO |
¿Hay algo en nuestra experiencia de vida que no hemos podido cambiar? ¿Qué estamos haciendo para lograrlo? A la luz de la Palabra de Dios, Jesús enseña a la multitud a mirar de un modo distinto los sucesos que suelen surgir en el transcurrir cotidiano, dando pasos de conversión y de cambio sumergidos en el proyecto de Dios. Sentirnos demasiado satisfechos de nosotros mismos y de la forma que actuamos puede hacernos correr el riesgo de quedarnos anquilosados en nuestros propios intereses, sin permitir realizar una evaluación o tomar una actitud crítica, impidiendo ver algo distinto de lo que ya sabemos o de lo que hemos oído. Podemos correr el riesgo de no dejarnos sorprender por el dinamismo que expresa constantemente nuestra vida. Por eso, lo recomendable es: 1. Leer los hechos para sacar nuestras propias conclusiones. Todos los días estamos siendo bombardeados por distintas noticias. Algunas de estas informaciones incomodan, nos causan pánico, nos derriban, nos hacen tomar una actitud de defensa, buscando culpables para apaciguar la conciencia o la indecisión. Sin embargo, cada hecho que sucede a nuestro alrededor es una oportunidad para aprender, para sacar una nueva conclusión significativa para nuestro progreso personal, para poner nuevos objetivos, para desarrollar nuevas acciones. Es una oportunidad para discernir, evaluar y tomar decisiones proactivas que contribuyan y aporten beneficios para todos. Es importante descubrir las llamadas que vienen de los acontecimientos y de los sucesos que transcurren en nuestra cotidianidad para realizar cambios y para construir nuevas oportunidades. 2. Desarrollar la capacidad de la paciencia. Los cambios no llegan de un día para otro. Dicen por ahí que usar un poco de paciencia evitará desastres. Usar la paciencia e insistir es importante pues ni siquiera la fuerza que se le imprime a un martillo para que logre hundir un clavo se alcanza con el primer golpe, es necesario muchas veces dar varios golpes para lograr el objetivo. De esta manera, practicar la paciencia nos sirve no sólo para esperar, sino para hacer algo nuevo, para comprender mejor los sucesos, incluso para tener un más alto nivel en lo que decimos y en lo que hacemos. Pero, hay algo más, la paciencia no sólo nos ayuda a esperar en los cambios, también nos facilita tener paciencia con nosotros mismos. Cada día que empezamos, es una oportunidad para descubrir en nuestras tareas lo nuevo que hay en nosotros y el modo de ponerlo en favor de los demás. 3. Adaptarnos, no conformarnos. Dejar para más tarde o para mañana lo que podemos hacer hoy es dilatar la toma de decisiones. Una decisión que trae sus consecuencias porque nos coloca en una situación peligrosa, ya que quienes asumimos consecuencias somos nosotros mismos. Quedarse con los brazos cruzados esperando que las cosas sucedan o que otros sean solamente los que hagan, podemos hacer de nuestra vida, una existencia estéril. La decisión de hacer cambios, de revisar hábitos y de corregir conductas, comienza hoy para empezar a obtener resultados distintos y para que podamos con perseverancia dar frutos en abundancia. Por tanto, tres claves para hacer cambios y para no quedar cortados del dinamismo de la vida y de disfrutar de las bendiciones de Dios.
Comentarios
Publicar un comentario