LO IMPORTANTE DE CONOCERNOS Lc 9, 18-22

LO IMPORTANTE DE CONOCERNOS

Lc 9, 18-22

Luis Fernando Castro Parra
TEÓLOGO

¿Qué opinión tienen hoy de ti las personas que hacen parte del círculo familiar o de amigos al que perteneces? A la luz de la Palabra de Dios, Jesús interroga a sus discípulos por su identidad: ¿Quién dice la gente que soy yo? y ustedes, ¿quién dice que soy yo? Una de las grandes preguntas existenciales que podemos hacernos hoy es saber ¿quién soy yo? Cuando no sabemos responder a este interrogante puede causar un obstáculo para crecer, avanzar, servir con libertad y, más aún para ser felices. Saber quiénes somos y hacia dónde vamos es importante para encontrar sentido y bienestar en todos los aspectos y detalles de nuestra vida. Sin embargo, no poder responder en este momento a esta pregunta, no significa que todo está perdido. Aunque parezca engañoso, muchos de los aspectos de nuestra propia personalidad son conocidos más por las personas que nos rodean que por nosotros mismos. Esto sucede porque nuestra visión sobre mucho de lo que somos y hacemos es limitada. Normalmente cuando nos preguntamos sobre quiénes somos, la respuesta se refiere a la profesión, al rol familiar, al defecto, a la cualidad, pero no profundizamos en nuestra esencia, dándonos por satisfechos, creando una falsa identidad de lo que verdaderamente somos. Una cosa es lo que nos dice la gente de nosotros y otra muy distinta cuando aprendemos a conocernos, respondiendo con eficacia desde lo que somos, en sintonía con lo que emprendemos, desarrollamos en nuestra cotidianidad y proyectamos para mejorar y alcanzar nuevos logros e intereses personales. Por tanto, hacernos la pregunta de quiénes somos es fundamental porque nos permitirá conocernos a nosotros mismos, descubriendo nuestra identidad, a lo que es estable y no tiene cambios a través de los cambios y procesos de nuestra vida. Además, nos ayuda a despojarnos de todo lo que no es esencial y, que por mucho tiempo, tal vez nos ha disfrazado, causando una falsa identidad. Nosotros somos seres humanos con un cuerpo, una mente, un espíritu; somos hijos de Dios, creación especial con capacidades y habilidades extraordinarias para desarrollar y proyectar, logrando llegar a grandes cumbres de vida. Pero, también nos ayuda a evitar actuar como copias a la manera de otros, sabiendo tomar nuestras propias decisiones con responsabilidad, asumiendo las consecuencias. Saber quiénes somos nos ayuda a descubrir nuestra misión, nuestro aporte al crecimiento integral de los demás. Transforma nuestra mentalidad, dándonos la oportunidad de mirar más lejos, valorando lo que somos y lo que tenemos, como herramientas para construir relaciones humanas más fuertes y más sanas. Conocernos nos engrandece un poco más hoy, nos permite ser y actuar libres y felices con la capacidad de lograr hacer algo mejor de lo que ya hemos hecho.

Luis Fernando Castro P.
Teólogo- Magister en Familia
@parraluisferf
luisferflormaria@yahoo.es

Comentarios

Entradas populares de este blog

SABER ESCUCHAR PARA AMAR Mc 12, 28b-34 Domingo Trigésimo Primero del Tiempo Ordinario (Ciclo B)

EL ARTE DE VIVIR JUNTOS PARA SIEMPRE Mc 10, 2-16 Domingo Vigésimo Séptimo. Tiempo Ordinario (Ciclo B)

RESCATAR LA VIDA, SIRVIENDO CON GENEROSIDAD Mc 10, 35-45 Domingo Vigésimo Noveno del Tiempo Ordinario (Ciclo B)