EL CAMINO DEL CREER Jn 1, 47-51
EL CAMINO DEL CREER
Jn 1, 47-51
![]() |
Luis Fernando Castro Parra TEÓLOGO |
¿Cómo nos hemos permitido contemplar la presencia de Dios en nuestra vida? Y ¿Cómo la hemos reflejado hacia los demás en nuestra experiencia cotidiana? A la luz de la Palabra de Dios, Jesús realiza una maravillosa revelación a Natanael: verán el cielo y verán a los Ángeles, aludiendo a una relación y a un gran espectáculo de cielo abierto para todos. Algunas personas pueden estar pensando o experimentado que en su vida ya no hay nada más por hacer. Que no hay nada más interesante que lo conocido y ya aprendido. Sin embargo, lo maravilloso de nuestra vida es descubrir que es posible avanzar porque no hay fronteras que nos puedan detener para alcanzar nuevos logros, nuevas metas, para descubrir y practicar cosas mayores que faciliten un camino constructivo. El cielo no tiene límites, el cielo no tiene fronteras y está siempre abierto y, por tanto, la oportunidad de conseguir cosas mejores de las que ya hemos conseguido está siempre presente. Lo mejor siempre está por venir. No está en la historia pasada o incluso en el presente que experimentamos. Por eso, es posible hacer un camino del creer porque aún cuando todo parece escaso e inoportuno por las situaciones adversas o las circunstancias inevitables lo mejor, lo más grande, lo más importante y lo más valioso está adelante, lleno de cambios y habilidades nuevas por descubrir. Tener esta actitud nos facilita ser más efectivos porque queremos esforzarnos por ser cada vez mejores y, por consiguiente, intentando dar a conocer lo más grande y lo más valioso que hay dentro de nosotros para que crezca el servicio a la vida donde todos podamos beneficiarnos de un modo pleno y realizado.
Comentarios
Publicar un comentario