EL DINAMISMO DE LA SABIDURÍA Lc 7, 31-35
EL DINAMISMO DE LA SABIDURÍA
Lc 7, 31-35
![]() |
Luis Fernando Castro Parra TEÓLOGO |
¿Tengo claras las motivaciones de lo que digo y hago o las acomodo para complacer a otros? A la luz de la Palabra de Dios, Jesús usando una parábola de unos niños jugando a fiesta de bodas y de velorio denuncia a las autoridades religiosas por su incoherencia y actitud infantil, justificando la falta de apertura y comprensión a la novedad de la Buena Nueva. Muchas veces solemos caer en una actitud inconformista porque actuamos de un modo caprichoso, creyendo que la realidad de nuestra vida es quien debe responder a nuestras necesidades e intereses. Incluso, nos hacemos una falsa imagen de Dios, esperando que sea él quien se acomode a nuestras conveniencias. De esta manera nos pasamos la vida protestando y criticando las actitudes y las acciones de los demás porque no hacen ni dicen lo que yo espero, desperdiciando la posibilidad de asumir con decisión y responsabilidad nuestra propia vida, logrando alcanzar mejores expectativas que sean un aporte para el crecimiento personal y también para los demás. Cuando tenemos claridad de lo que nos motiva, qué es lo que nos mueve, entonces podemos decidir para actuar de una manera sorprendente que abrirá nuevos tiempos de vida. Y, es ahí donde se hace necesario realizar un buen discernimiento para plantear nuevas oportunidades y caminos, que aunque parezcan imposibles, son posibles lograrlos con la sabiduría de Dios, cuando tomamos la decisión de avanzar y de crecer superando las críticas, los miedos y los apegos. La clave está en la sabiduría de saberse mover en un mundo cambiante, permitiendo ver lo que nos rodea de una manera distinta, sabiendo usar las cosas que tenemos a nuestro alcance, siendo atentos y preparados para el momento específico en el que se abren las puertas hacia nuevas metas y oportunidades de vida. Saber lo que se quiere obtener y a dónde llegar nos ayuda a tomar decisiones que seguramente nos beneficiará personal, familiar y socialmente. Decisiones que nos impulsarán a mejorar nuestro servicio y actuar con mayor solidaridad y generosidad en favor de los demás. Actuar con sabiduría es hacernos conscientes de nuestra libertad y de nuestra felicidad. Una libertad para hacer el bien sin escatimar nada, una felicidad para celebrar, compartir las alegrías, los triunfos con los demás, acogiendo también sus alegrías y sus triunfos, sus inquietudes y sus esfuerzos. Por tanto, el dinamismo de la sabiduría nos da la oportunidad para que podamos desarrollar con eficacia todas las riquezas que Dios nos ha dado, sin excusas o autosuficiencias, sin pretextos que pretendan justificar nuestra indecisión y los caprichos inconformistas que sólo nos acomodan. Usemos la base de ser feliz, haciendo felices a los demás, motivados por nuestra decisión de ser mejores en lo que hacemos sin buscar agradar o quedar bien, provocando relaciones sanas, constructivas y fortalecidas en un ambiente mejorable en calidad de vida. ¡Anímate a tomar decisiones y actuar con sabiduría!
Comentarios
Publicar un comentario