NI TAN CERCA NI TAN LEJOS Mt 5, 17-19
NI TAN CERCA NI TAN LEJOS
Mt 5, 17-19
¿Cómo vemos y vivimos nuestra vida? ¿en libertad creciente o en imposición que limita nuestra libertad? A la luz de la Palabra de Dios, Jesús enseña en el monte cómo vivir la ley de Dios para que su práctica muestre el cumplimiento pleno. En el mundo de la convivencia y de las distintas relaciones personales tenemos normas que nos facilitan una mejor calidad de vida. Sin embargo, cuando las normas o las leyes no se desarrollan de una manera eficiente y con el punto exacto se convierten en algo peligroso y enfermizo para toda relación humana. Las abuelas suelen decir que ni muy muy ni tan tan. Ni muy frío, pero tampoco hirviendo. El primero nos congela, el segundo nos quema. Algunas personas se rigen y se encierran únicamente por las leyes establecidas, las aplican con rigurosidad, pero no las enseñan. Entre tanto otros actuando en su libertad las evitan creando tensiones y rivalidad. No sé trata de ser exagerado, pero tampoco pasivo. Ni muy cerca, pero tampoco lejos. No es solamente amarrar, pero no es tampoco soltar. Aplicar los extremos en nuestra vida cotidiana provoca en unos casos violencia, imposición, radicalismo, distancias nocivas y poco solidarias entre unos y otros, pero por otro lado damos pasos gigantes a la permisividad causando acomodación, poco esfuerzo, poco interés de hacer bien a los otros. Ser y actuar diferente es una necesidad, pero no puede convertirse en una obsesión. Algunos reclaman sus derechos, esto es importante, pero también lo es, el cuidado del deber, el cuidado de ejercer una libertad sana y responsable sin manipulación ni tampoco ejerciendo poder. Los extremos no son recomendables cuando producen desconfianza, rechazo y miedo. Está bien que necesitamos diferenciarnos como personas en nuestra forma de sentir, de pensar y de obrar, pero es necesario tener el cuidado de cuán diferentes nos mostramos. Basta con que seamos auténticos, mostrando y viviendo de manera eficiente sin máscaras y sin maquillajes. Si somos una persona que nos consideramos serios no quita que actuemos con jovialidad. Si somos extrovertidos podemos expresarnos libremente, pero con el cuidado de no hacer el ridículo o de llegar a ridiculizar a otro. El mundo no está hecho para que lo miremos sólo en blanco y negro, no son los extremos lo que nos hacen libres y felices, es encontrar un punto intermedio para descubrir un amplio abanico de posibilidades en el que todos podemos tener libertad y vida. Esto es más atractivo porque no se impone, no se manipula ni se desconoce el valor de las normas, facilitando progresar integralmente. En fin, no basta sólo con saber y tener grandes conocimientos, es necesario vivirlo con los demás, practicando la solidaridad, compartiendo lo mejor de nosotros para que juntos crezcamos y construyamos una mejor calidad de vida en el amor en el lugar donde pertenecemos y participamos.
Luis Fernando Castro P.
Teólogo- Magister en Familia
@parraluisferf
luisferflormaria@yahoo.es
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