SERVIR CON LIBERTAD, TRANSFORMA
Lc 9, 7-9

Toda persona en lo más profundo de su vida y de su quehacer cotidiano quiere ser libre y feliz. Libre del poder de los que oprimen; libre de los prejuicios, apegos y miedos que bloquean e impiden avanzar; libres de las presiones y emociones que angustian causando pereza mental; libres de las dependencias que nos anclan y nos obstaculizan para lograr continuar y llegar a nuestras metas. Sin embargo, cuando desarrollamos nuestra libertad, entendida como la responsabilidad por hacer el bien, aquella se convierte en una herramienta maravillosa para captar nuestra verdadera identidad y servir adecuadamente, logrando superar nuestras inquietudes y transformando realidades. A la luz de la Palabra de Dios, las palabras eficaces y el actuar de Jesús, provocan diferentes reacciones, no solamente porque libera a las personas, también porque transforma realidades sin distinciones, haciendo notar que su servicio es productivo y novedoso, creando un interés por conocer su identidad: ¿Quién es este? Esto significa que para vencer las trabas que nos impiden actuar con eficacia es posible hacerlo cuando servimos con libertad, logrando transformar realidades y entornos, aunque eso nos signifique que en el proceso y desarrollo de lo que emprendamos tengamos que pagar el precio.Veamos: 

1. Revisar con libertad nuestras prioridadesMuchos son los intereses que brotan y nos mueven desde nuestro interior. Algunos nos apasionan y le dedicamos tiempo, entrega, disciplina, suscitando grandes resultados, que se observan en lo que hacemos y proyectamos en favor y beneficio de los demás. Otros, aunque les llame la atención solamente se mueven por el impulso de la curiosidad, causando frustración. Parece que es este el principal interés del Tetrarca Herodes, que al oír los hechos anunciados por Jesús (vv. 7), tiene la curiosidad de saber ¿quién es éste de quien oigo decir tantas cosas?,  y de verlo en acción (vv. 9), pero que claramente su intento de reflexión no lo llevará a la profundidad del proyecto propuesto por Jesús porque primará sus propios intereses. Cuando no se ha realizado adecuadamente un discernimiento, en el que revisemos nuestros intereses y prioridades para servir adecuadamente, los resultados son frustrantes (cf. Lc 23,8) e inadecuados. Actuaremos como esclavos queriendo imponer e esclavizar. Buscaremos las mejores excusas para lograr imponer nuestras ideas y propuestas queriendo ser el centro de la atención. Y, cuando no es posible, entonces tomamos la actitud del desprecio, la burla, la manipulación (cf. Lc 23, 8-12) afectando las relaciones humanas, el desarrollo del trabajo en equipo o esperando alguna señal de reconocimiento y de aplauso. Revisar nuestras prioridades e intereses con libertad es importante porque provocará que sirvamos liberando, con responsabilidad, disciplina, disponibilidad y perseverancia, venciendo todo aquello que nos puede influenciar e impedir que nuestro servicio sea adecuado para liberar personas y transformar realidades familiares y sociales.

2. Ir más allá de nuestras posibilidades: Cuántas veces creemos que solamente existe lo que conocemos o lo que nos han dicho que hay, incluso de nosotros mismos, formando una barrera que no nos deja ver más allá de nuestras posibilidades. Jesús es más que la obra de Juan Bautista y las acciones del profeta Elías. Sin embargo, algunos lo comparaban con estos dos personajes sin lograr  tener clara la identidad ni poder experimentar algo nuevo en el encuentro con Jesús, creando confusión. Esto es lo que escucha en el interrogatorio el Tetrarca Herodes, dejándolo perplejo y confundido, decidiendo verificar por sí mismo ¿quién es Jesús? Pero, su pensamiento lo lleva a un desconcierto porque al verlo no llenó sus expectativas, su interés particular era de conocer a un competidor, cerrando la posibilidad de descubrir algo más grande que le diera sentido y realización a su propia vida. Ir más allá de nuestras propias posibilidades es identificarnos con lo que somos como personas, viendo más lejos que los demás, sacándonos de lo que creemos seguro o nos llena de miedo y perplejidad, superando las etiquetas del color, de la raza y la cultura. Pensando de una manera distinta, sacaremos lo mejor de nosotros, buscando desarrollar y aportar nuevos conocimientos y dinamismos para que todos logremos crecer integralmente.

3. Servir con Libertad, transforma: Ponernos al servicio de los demás, ayudándoles en lo que necesiten nos libera y nos sana, nos engrandece como personas, conduciéndonos a nuestra realización personal, dándole un sentido pleno a nuestra vida familiar y social. Jesús como formador, líder y hombre libre, con su presencia y su actuar estratégico provocó inquietud pagando el precio de sus acciones, pero nunca perdió su libertad por servir y transformar situaciones y realidades humanas conduciéndolo hacia el camino de su maravillosa y extraordinaria exaltación. Servir con libertad nos impulsa entonces a mejorar en nuestro estilo de vida personal, familiar y social, pensando siempre en transformar y mejorar la calidad de nuestra existencia, facilitando relaciones y ambientes más sanos donde todos podamos continuar construyendo y avanzando hacia nuevas cumbres que darán sentido y realización a nuestra existencia.
Luis Fernando Castro Parra. Teólogo- Magister en Familia 

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