VIVIR EL INSTANTE Y EL TIEMPO Lc 17, 26-37

VIVIR EL INSTANTE Y EL TIEMPO

Lc 17, 26-37

Luis Fernando Castro Parra
TÉOLOGO

En este momento de experiencia de vida ¿Qué es lo que puede causar mayor miedo? ¿Cómo lo estamos superando para vivir y disfrutar con esperanza cada instante? A la luz de la Palabra de Dios, Jesús dirigiéndose a sus discípulos les continúa enseñando sobre el cómo preparar la llegada del Reino, éste no como un destino trágico o infeliz, sino como un asunto que despierta lo que está dormido, acomodado y encerrado en un individualismo límite para asumir con responsabilidad su construcción. Cada uno de nosotros como personas tenemos la capacidad de saber vivir en el instante y saber vivir en los procesos del tiempo. Cuando nos referimos al instante es aquello que tenemos en las manos ahora, pero, este no es el tiempo, este pasa, y aunque nos sintamos dueños del instante y podamos llegar a creernos dueños, incluso del tiempo, éste no es nuestro, el tiempo le pertenece a Dios. De esta manera, el instante está en nuestras manos, pero también en nuestra libertad de saber cómo tomarlo con responsabilidad para actuar y disfrutar con perseverancia en nuestra vida de un modo constructivo, libre, solidario y eficaz. Para esto, es necesario: 1. Evitar distraerse. Las distracciones pueden parecer difíciles de evitar y lo sabemos que nos desenfoca de los objetivos, de lo que más importante y esencial, de las tareas y acciones que nos conduce a continuar avanzando. De esta manera si nos enfocamos en las estaciones del problema, de la preocupación, de la enfermedad, de lo económico no nos ayudará a avanzar hacia las metas. 2.Atender a los cambios. Algunas personas tienen miedo a encontrarse con cambios de rutina, de hábitos. Sin embargo, en el proceso del tiempo, cuánto más resistimos a los cambios más posibilidad habrá para impedir avanzar para conocer nuevas experiencias de vida, para desarrollar nuevas capacidades y para darnos cuenta que es posible ir un poco más allá de lo que hemos aprendido. Es decir, que atender a los cambios, es abrirnos a ver y vivir nuevas bendiciones. 3. Servicio.  Aunque parezca extraño, nos sentimos más felices y libres cuando hacemos un sacrificio significativo, cuando acompañamos a otro, cuando transmitimos alegría, cuando damos una palabra de vida y de ánimo, cuando damos aportes constructivos, en fin cuando vivimos cada instante en una actitud de servicio para que con el tiempo estas semillas crezcan y den el fruto necesario y, sin importar la cantidad nos hace auténticamente felices. 4.Vigilancia. Lo que interesa es tener la actitud de estar hoy (Como un eterno presente) y siempre dispuestos, despiertos, listos y preparados, sin poner en prioridad las excusas o aplazando decisiones para que podamos no sólo crecer, aportar sino también avanzar, disfrutando de cada instante y de cada momento, de un modo adecuado, libre y constructivo, un instante que nos regala el buen Dios, como Señor  y dueño del tiempo. Así que vivir el instante y el tiempo es asumir con responsabilidad y agradecimiento, poniendo atención a todo lo que hagamos para que con disponibilidad y servicio construyamos Reino de Dios.

Luis Fernando Castro P.
Teólogo- Magister en Familia
@parraluisferf
luisferflormaria@yahoo.es

Comentarios

Entradas populares de este blog

SABER ESCUCHAR PARA AMAR Mc 12, 28b-34 Domingo Trigésimo Primero del Tiempo Ordinario (Ciclo B)

EL ARTE DE VIVIR JUNTOS PARA SIEMPRE Mc 10, 2-16 Domingo Vigésimo Séptimo. Tiempo Ordinario (Ciclo B)

RESCATAR LA VIDA, SIRVIENDO CON GENEROSIDAD Mc 10, 35-45 Domingo Vigésimo Noveno del Tiempo Ordinario (Ciclo B)