CONSTRUIR UNA VIDA SANA Y LIBRE Lc 18, 35-43

CONSTRUIR UNA VIDA SANA Y LIBRE

Lc 18, 35-43

Luis Fernando Castro Parra
TEÓLOGO

¿Cuánto esfuerzo hemos aplicado en nuestra experiencia de vida para lograr ver nuestras metas cumplidas y ayudar a que otros también mejoren su vida? A la luz de la Palabra de Dios, un ciego de Jericó que pedía limosna, al oír que pasaba Jesús, gritaba con insistencia al Maestro que tuviera compasión de él. Acercándose Jesús le preguntó ¿Qué quieres que haga? Respondiendo aquel hombre le dice ¡Señor, que vea! Quizás en nuestra experiencia de vida queremos desarrollar o emprender una actitud que nos facilite mantenernos siempre en un modo de salir adelante, de mejorar lo que hemos logrado y de superar con perseverancia los problemas y las dificultades inevitables que suele surgir en el proceso que llevamos como personas constructivas que queremos contribuir para que también otros crezcan y se fortalezcan en todos los aspectos de su vida. Una tarea que es exigente porque pide que hagamos nuestro propio camino tomando decisiones que nos ayude a construir una vida sana y libre. Para esto es necesario: 1. Evaluar la situación personal en la que estamos. Cuando identificamos los problemas, cuando sabemos qué es lo que nos hace sufrir, cuáles son las dificultades, qué es lo que está impidiendo que veamos, podemos comprender también las fortalezas y las oportunidades para comenzar a construir una vida sana y libre. Si tomamos una actitud de autosuficiencia, se que yo todo lo puedo y no necesito de los demás, entonces sufriremos la soledad, la ceguera que nos conduce a tener una vida en fracaso. De ahí que es importante: 2. Dejarnos ayudar, pedir o tener un apoyo adecuado que nos estimule a salir hacia adelante. Esto es clave para avanzar, para construir y para lograr contribuir en la vida de otros. 3. Mantenernos perseverantes. En el proceso de construir una vida sana y libre siempre suelen aparecer los obstáculos, los muros que se levantan y nos impiden ver más allá, incluso algunos entorpecen con sus burlas, con su indiferencia las decisiones que lleguemos a tomar. Sin embargo, ante estas actitudes lo recomendable es dejar de lado lo que no nos sirve para seguir avanzando descubriendo motivos que nos impulsen a mantenernos firmes y perseverantes a las metas y objetivos que queremos conseguir. 4. Estar atentos para responder con eficacia. Pareciera que en nuestra vida es más fácil conducir una vida superficial, pasiva, sin compromiso que buscar ser mejor de lo que ya somos. Pero, para construir una vida sana y libre es necesario hacernos responsables de nuestra propia vida para responder con eficacia superando la mediocridad y abriendo la posibilidad constante de ser una canal de vida para los demás. 5. Forjar una nueva mentalidad para transformar. Los problemas no se acabarán sólo con el deseo de construir una vida sana y libre, pero si nos permite que podamos asumir de un modo diferente las situaciones logrando ver a estas como oportunidades en el que busquemos transformar nuestra existencia dando frutos abundantes con perseverancia. Por tanto, construir una vida sana y libre para nosotros y también para facilitar el camino de los demás, requiere de una dosis de esfuerzo, de disciplina, de responsabilidad, de humildad y de confianza en sí mismo y en Dios. Sólo falta ahora que podamos asumirlo desde nuestras distintas condiciones de vida, para salir siempre hacia adelante.

Luis Fernando Castro P.
Teólogo- Magister en Familia
@parraluisferf
luisferflormaria@yahoo.es

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