NO ABANDONE LA LUCHA. TÚ ERES DUEÑO DE TU ESPACIO
¿Te has sentido cansado, aburrido, encerrado no sólo en tu casa, también en tu interior, en tu corazón? ¿Sientes que estás llegando al límite por estar pasando un tiempo de crisis? ¿Parece que no puedes respirar en el entorno que estás? Por pequeño que sea el espacio donde estés, donde vives, el único dueño y responsable de darle un dinamismo distinto, agradable, eres tú. Tú eres el dueño de tu espacio; tú puedes organizarlo. Así como el Creador puso orden a su espacio cuando estaba en caos, así puedes tú usar tus capacidades para hacer de tu mundo algo nuevo. Aunque sea pequeño o grande es tu mundo. Tú eres el centro. Nadie te puede controlar. Desde ahí puedes hacer mucho. Hay algunos que no tienen tu mundo. Pero Tú sí y puedes manejarlo, tú puedes hacer lo que quieras con lo que está en tu casa y en tu alrededor. Sólo hay que saberlo usar. Es necesario si...salir del papel de víctima para asumir el papel de agradecido, de mantener viva la alegría, de romper cerrojos para volar alto. Este tiempo no es hora de dramatizar, de sobre actuarse, de regocijarse en el sufrimiento, de orar triste o en agonía. Es tiempo de sacar a relucir lo libre que eres. Tu libertad no depende de un encierro. Es la hora de contribuir luchando e insistiendo, de levantar la cabeza, mirar más allá y ver que hay algo más por vencer, por alcanzar, antes que abandonar o rendirte. Eres dueño de tu espacio. ¡Revisa! Lo que tienes a tu lado es tuyo. Las Personas que están a tu lado son tu familia. Son ellos el mundo que tienes cerca, que escuchas, que apoyas, que compartes. Es el mundo que puedes contemplar y mirar con detenimiento sin ningún afán para aprender para conocer. Es el mundo donde te sostienes. Es el espacio que más aprecias, que más amas sin interesar si son o no lo mejor. Eso no es importante. Cada cosa en tu espacio tiene un valor. Descubre qué puedes hacer con él hoy. Con un papel, con un lápiz, con tu mesa, con tu silla. Sólo necesitas un poco de imaginación, de creatividad, de darte alguna porra para que tu espacio, sea un ambiente que respire un aroma agradable, un perfume fraterno. Tienes todo para ser feliz. Abre la ventana y mira al cielo, confía. Siente la fuerza maravillosa que hay en ti. Es tu espacio y tiene la grandeza de tu presencia. Tú espacio es el mundo de la celebración, de aprender a compartir, de hacer pequeños sacrificios que se convierten en una gran bendición. En tu espacio la felicidad no depende de los que tienes cerca, sino de ti.
Luis Fernando Castro Parra
Teólogo- Magister en Familia
@parraluisferf
luisferflormaria@yahoo.es
Comentarios
Publicar un comentario