LA ALEGRÍA QUE PERMANECE Jn 16, 20-23a
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Luis Fernando Castro Parra TEÓLOGO |
LA ALEGRÍA QUE PERMANECE
Jn 16, 20-23a
¿Qué significa permanecer sumergidos en la alegría para reflejar el maravilloso regalo del amor? A la luz de la Palabra de Dios, Jesús compara su paso al Padre con una mujer cuando va a dar a Luz. La Alegría que produce el nacimiento de un hijo tiene pocas o ninguna comparación diría una mujer que ha sido madre porque a pesar de la aflicción y los intensos dolores que se siente el dar a luz a un ser humano se da paso también a una gran alegría que se recordará siempre. Se ha llegado al final de un embarazo, pero también se ha dado paso a una nueva vida. Es una alegría inimaginable que permanece y que nadie puede arrebatarle. De esta manera, la alegría de avanzar, de dar nuevos pasos supera la tristeza, el dolor, la dificultad, la incertidumbre porque ocurren nuevos cambios que generan en nuestra vida aspectos constructivos y edificantes. Aunque muchas veces no salgan las cosas como se esperaba, la alegría que nos acompaña en nuestro interior se convierte en una fuerza sorprendente que no es comparable con ninguna otra experiencia ni depende de ninguna situación o circunstancia. No es una alegría emocional y pasajera, sino que es un estilo de vida que nos permite disfrutar de la propia vida, actuando con serenidad, con tranquilidad y con gozo, aún en los momentos incomprensibles, haciendo más agradable el sentido y el camino hacia la realización personal e integral. Permanecer en la alegría se convierte entonces en un motivo para vivir libres y felices, facilitando que podamos emprender un nuevo amanecer, un nuevo camino, hacia nuevas metas en el que entraremos seguramente en contacto con otras personas para compartir ese inmenso tesoro de la alegría, éste que nos une y nos fortalece para ir más lejos de lo que imaginamos.
Luis Fernando Castro P.
Teólogo- Magister en Familia
@parraluisferf
luisferflormaria@yahoo.es
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