Libertad para Amar Mt 17, 22-27
Libertad para Amar
Mt 17, 22-27
La libertad es uno de los grandes temas, que así, como en el tiempo de la persona de Jesús se reflexionaba, también hoy en nuestra historia, es un honor proclamarla, pues no hay nada más hermoso que ser libres, porque nos hace semejantes al Padre eterno. De esta manera, el único tributo al templo y al rey es el de una relación de hijos con el Padre y una relación fraterna hacia todos los hermanos. Veamos el texto:
1. Libres para Amar (vv. 22-23). El verdadero hombre transfigurado ahora va a ser entregado, morirá y resucitará. Es decir, la Libertad es dar la vida por los demás. Es el tributo más grande del Amor.
2. Libres para servir (vv 24-27). Es muy fácil reclamar nuestra libertad con el riesgo de olvidar la libertad de los otros. Caemos en la tentación de vivir la libertad propia sin respetar la del hermano. Sin embargo, la libertad para servir nos pone en el horizonte de edificar al otro, no de hacerlo caer. De este modo, la libertad de amar y servir a mi hermano será el tributo más grande que podemos darle al Padre: don de sí mismo para los demás.
3. Amar y servir sin escandalizar. Amar y servir a la vida y a los hermanos no te exime de pagar esos tributos que también los otros pagan. Será importante no caer en la hipocresía para no traicionar de ningún modo la verdad del Evangelio. Más aún sentirnos libres para amar y servir es también sentirnos libres de pagar los tributos, mostrando la confianza en el Padre quien provee todo a sus hijos, incluso de manera prodigiosa: el tributo viene en la boca de un pez.
El buen Dios te siga bendiciendo grandemente feliz día.
Luis Fernando Castro Teólogo- Magíster en Familia.
Mt 17, 22-27
La libertad es uno de los grandes temas, que así, como en el tiempo de la persona de Jesús se reflexionaba, también hoy en nuestra historia, es un honor proclamarla, pues no hay nada más hermoso que ser libres, porque nos hace semejantes al Padre eterno. De esta manera, el único tributo al templo y al rey es el de una relación de hijos con el Padre y una relación fraterna hacia todos los hermanos. Veamos el texto:
1. Libres para Amar (vv. 22-23). El verdadero hombre transfigurado ahora va a ser entregado, morirá y resucitará. Es decir, la Libertad es dar la vida por los demás. Es el tributo más grande del Amor.
2. Libres para servir (vv 24-27). Es muy fácil reclamar nuestra libertad con el riesgo de olvidar la libertad de los otros. Caemos en la tentación de vivir la libertad propia sin respetar la del hermano. Sin embargo, la libertad para servir nos pone en el horizonte de edificar al otro, no de hacerlo caer. De este modo, la libertad de amar y servir a mi hermano será el tributo más grande que podemos darle al Padre: don de sí mismo para los demás.
3. Amar y servir sin escandalizar. Amar y servir a la vida y a los hermanos no te exime de pagar esos tributos que también los otros pagan. Será importante no caer en la hipocresía para no traicionar de ningún modo la verdad del Evangelio. Más aún sentirnos libres para amar y servir es también sentirnos libres de pagar los tributos, mostrando la confianza en el Padre quien provee todo a sus hijos, incluso de manera prodigiosa: el tributo viene en la boca de un pez.
El buen Dios te siga bendiciendo grandemente feliz día.
Luis Fernando Castro Teólogo- Magíster en Familia.
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