DECIDIR AFECTA LA VIDA Mt 19, 16-22
DECIDIR AFECTA LA VIDA
Mt 19, 16-22
Toda elección que tomamos para llevar a cabo una acción se llama decisión. Saber decidir lo mejor es fundamental para una buena calidad de vida donde buscamos sentirnos realizados y felices. El Evangelio de Mateo nos precisa hoy a través de un diálogo con Jesús que el joven (vv. 22) se encuentra en la edad de las decisiones, que seguramente afectará el proceso y quehacer de su vida. Veamos cómo:
1. Indagar por un camino de realización (vv. 16). El ser humano busca siempre plantearse preguntas interesantes sobre su realización, es decir sobre aquello que lo pueda ser libre y feliz. De ahí que la pregunta qué hace este joven a Jesús sobre cómo conseguir vida eterna no es superficial, por el contrario para tomar decisiones es importante también preguntarnos sobre la existencia de nuestra vida, sobre lo que queremos alcanzar y lograr para transformar. De esta manera, es importante discernir cada decisión que se vaya a tomar.
2. Precisar el camino por optar (vv. 17). Es importante que en las decisiones que tomemos no nos desconectemos de nuestra realidad personal familiar y social. Jesús hace caer en cuenta al joven que el sentido y realización de la vida no está solamente en lograr avanzar para alcanzar objetivos, también es importante cada paso que demos, aunque eso implique una dificultad o recibir algunas sugerencias. Por eso Jesús propone dos caminos para poder llegar al propósito planteado:
a. Estar en sintonía con la voluntad de Dios, es decir con la Bondad (vv. 18). No hay nada mejor que estar sembrando con las acciones en bien no sólo de nuestro propio bienestar, sino también de los demás, quienes son nuestros hermanos.
b. Ser perfecto (vv. 21). La perfección no significa ser superior a otro o que no hay defecto. Tampoco consiste en haber observado algunas leyes normas o mandamientos. Lo Perfecto tiene que ver como ser maduro, completó, con la capacidad de llegar hasta el final, semejante a la perfección del Padre Celestial, es decir, estar en la capacidad de sacrificio, de entrega y de desprendimiento para que el otro sea feliz.
3. Optar por lo perfecto (vv.20). Somos arquitectos de nuestra decisiones y de los efectos. Es interesante que el joven está seguro de lo que ha hecho, pero también de lo que quiere lograr: ¿Qué más me falta? En el proceso de la vida siempre habrá algo más por hacer que nos lleva a exigirnos y a tener un giro fundamental en nuestra vida. Sin embargo, cuando decidimos por más, es importante saber que debemos pagar el precio y, eso se llama desaprender o desprenderse para volver a aprender y, así lograr cosas mayores de las que ya hemos logrado.
4. El riesgo de la Libertad (vv 22) Al final y después de haberse planteado muy buenas preguntas la decisión de que aquel joven fue irse triste (vv 22b). Ese es el riesgo de la Libertad. Saber decidir por lo mejor afectará nuestra vida, la desacomodará de lo que conocemos o de lo que ya tenemos y nos había hecho sentir seguros; pero que le mostrará nuevas alternativas, opciones, estrategias que nos ayudarán seguramente a crecer y, a mejorar lo que ya hemos hecho.
Cuando optamos por el camino de lo perfecto descubriremos que no necesitamos de mucho para ser felices (vv 22b). Y esa será nuestra más grande decisión, que por supuesto traerá sus efectos, porque brillará la alegría, la dicha, la felicidad, el servicio y la paz.
Luis Fernando Castro. Teólogo- Magíster en Familia.
Mt 19, 16-22
Toda elección que tomamos para llevar a cabo una acción se llama decisión. Saber decidir lo mejor es fundamental para una buena calidad de vida donde buscamos sentirnos realizados y felices. El Evangelio de Mateo nos precisa hoy a través de un diálogo con Jesús que el joven (vv. 22) se encuentra en la edad de las decisiones, que seguramente afectará el proceso y quehacer de su vida. Veamos cómo:
1. Indagar por un camino de realización (vv. 16). El ser humano busca siempre plantearse preguntas interesantes sobre su realización, es decir sobre aquello que lo pueda ser libre y feliz. De ahí que la pregunta qué hace este joven a Jesús sobre cómo conseguir vida eterna no es superficial, por el contrario para tomar decisiones es importante también preguntarnos sobre la existencia de nuestra vida, sobre lo que queremos alcanzar y lograr para transformar. De esta manera, es importante discernir cada decisión que se vaya a tomar.
2. Precisar el camino por optar (vv. 17). Es importante que en las decisiones que tomemos no nos desconectemos de nuestra realidad personal familiar y social. Jesús hace caer en cuenta al joven que el sentido y realización de la vida no está solamente en lograr avanzar para alcanzar objetivos, también es importante cada paso que demos, aunque eso implique una dificultad o recibir algunas sugerencias. Por eso Jesús propone dos caminos para poder llegar al propósito planteado:
a. Estar en sintonía con la voluntad de Dios, es decir con la Bondad (vv. 18). No hay nada mejor que estar sembrando con las acciones en bien no sólo de nuestro propio bienestar, sino también de los demás, quienes son nuestros hermanos.
b. Ser perfecto (vv. 21). La perfección no significa ser superior a otro o que no hay defecto. Tampoco consiste en haber observado algunas leyes normas o mandamientos. Lo Perfecto tiene que ver como ser maduro, completó, con la capacidad de llegar hasta el final, semejante a la perfección del Padre Celestial, es decir, estar en la capacidad de sacrificio, de entrega y de desprendimiento para que el otro sea feliz.
3. Optar por lo perfecto (vv.20). Somos arquitectos de nuestra decisiones y de los efectos. Es interesante que el joven está seguro de lo que ha hecho, pero también de lo que quiere lograr: ¿Qué más me falta? En el proceso de la vida siempre habrá algo más por hacer que nos lleva a exigirnos y a tener un giro fundamental en nuestra vida. Sin embargo, cuando decidimos por más, es importante saber que debemos pagar el precio y, eso se llama desaprender o desprenderse para volver a aprender y, así lograr cosas mayores de las que ya hemos logrado.
4. El riesgo de la Libertad (vv 22) Al final y después de haberse planteado muy buenas preguntas la decisión de que aquel joven fue irse triste (vv 22b). Ese es el riesgo de la Libertad. Saber decidir por lo mejor afectará nuestra vida, la desacomodará de lo que conocemos o de lo que ya tenemos y nos había hecho sentir seguros; pero que le mostrará nuevas alternativas, opciones, estrategias que nos ayudarán seguramente a crecer y, a mejorar lo que ya hemos hecho.
Cuando optamos por el camino de lo perfecto descubriremos que no necesitamos de mucho para ser felices (vv 22b). Y esa será nuestra más grande decisión, que por supuesto traerá sus efectos, porque brillará la alegría, la dicha, la felicidad, el servicio y la paz.
Luis Fernando Castro. Teólogo- Magíster en Familia.
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