RECHAZAR O ACEPTAR: OPCIÓN PARA LA VIDA Mt 25, 31-46

Luis Fernando Castro Parra
TEÓLOGO
RECHAZAR O ACEPTAR: OPCIÓN PARA LA VIDA
Mt 25, 31-46

¿Es posible que exista en tu vida un gran número de situaciones que te gustaría cambiar, tanto de ti mismo como de los demás y de lo que ocurre a tu alrededor? A la luz de la Palabra de Dios, se propone una comparación de Jesús que en lo cotidiano se conoce como el juicio final en el que el Hijo del hombre vendrá en todo su esplendor, separando la humanidad en dos grupos, como haría un pastor con sus ovejas y cabras. Rechazar o aceptar está en tu decisión. Es saber discernir qué es lo mejor. Muchas veces, en distintas situaciones y relaciones de tu vida notarás que cuánto más te resistes a cambiar, a tomar otra opción, a desarrollar nuevas acciones, a servir a los otros, más persiste, más te empuja a hacerlo. Es como si el pretender rechazar se haya convertido en un obstáculo. Pero, cuando comienzas a aceptar y a disfrutar tu vida de una manera distinta, desde la alegría y la libertad, la situaciones y las relaciones cambian, se transforman en oportunidades que promueven la vida de otros en diferentes espacios y ambientes, logrando que sean más saludables, constructivos, alegres, facilitando el progreso y el crecimiento integral. Esto, no es sólo para atender las necesidades de las personas o hacer por los otros aquello que te gusta o consideras que es mejor. Es la actitud que tienes frente a ellas lo que te realizará, tomando la iniciativa para dignificar, para amar, para ayudar realizando acciones que en el marco de las palabras de la vida son bendición. Optar por cerrarse a la vida, es perder la oportunidad y la posibilidad de proyectar, de aportar, de beneficiar a otros, de compartir lo que eres y tienes para desarrollar a partir de tus habilidades y de tus talentos. Aceptar la vida es optar por disfrutar la gracia, el regalo de ser libre y feliz, que en otras palabras es dejarse conducir por el motor del Amor para acoger, para servir a los demás con generosidad, sin excusas sin condiciones. En últimas, son tus decisiones y acciones las que definen si rechazas o aceptas la vida y, en ella las distintas relaciones con las que puedes dilatar el corazón para descentrarse de si mismo, compartir y mejorar la calidad de vida.
Luis Fernando Castro P.
Teólogo-Magíster en Familia
@parraluisferf
luisferflormaria@yahoo.es

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