EJERCITAR LA ORACIÓN Mt 6, 7-15
EJERCITAR LA ORACIÓN
Mt 6, 7-15
¿Seguramente algunos llegan a preguntar qué, cómo y para qué orar? A la luz de la Palabra de Dios, Jesús propone ejercitar la oración desde la confianza al Padre para expresar su amor a los demás. Ejercitar la oración te descentra de sí mismo para encontrarse con el Padre y con los demás, sintiéndose no como un orante solitario, sino como parte de una gran familia. Nada mejor que saber relacionarse con el Padre y con los demás, cortando distancias para hacer brotar la confianza, la ternura, el amor. Por eso, en la oración no se necesitan de muchas palabras, o de fórmulas construidas con grandes discursos. No. Lo que se necesita es disposición confiada para poner tu vida, tus proyectos en manos del Padre, sabiendo que él te mueve para que te centres en la ruta de relacionarte saludable y generosamente con los otros, compartiendo la fraternidad, la vida, evitando caer en la tentación de mantener discordias, rencores que bloquean, que enferman, que obstaculizan e impiden avanzar en tu proyecto de vida. Ejercitar la oración es renacer al perdón, al amor, teniendo una vida personal sana, libre en la que estableces nuevos proyectos, nuevas metas, nuevas prioridades que fortalecen las relaciones y las acerca, dejando ver al Padre y a las personas de un modo distinto. Si mejoras tus relaciones, todos los aspectos de tu vida mejoran. La calidad de tu vida depende de la calidad de tus relaciones.
Luis Fernando Castro P.
Teólogo-Magíster en Familia
@parraluisferf
luisferflormaria@yahoo.es
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