ORAR CON PERSEVERANCIA Y EFICACIA
Lc 11, 5-13

La clave para alcanzar buenos resultados es la perseverancia, ésta entendida como un esfuerzo continúo que desarrollamos, quienes emprendemos y seguimos un proyecto de vida. Esto supone lograr llegar a lo que nos hemos propuesto, buscando soluciones a las dificultades que pueden surgir en el camino de nuestra vida y del proceso por mejora la calidad de nuestra existencia, obteniendo mejores resultados. Perseverar con eficacia nos permite no dejarnos conducir por lo que es fácil y cómodo, logrando mayor fortaleza, estabilidad y confianza en sí mismos y en Dios, superando los fracasos para llegar al cumplimiento de nuestras metas. A la luz de la Palabra de Dios, Jesús nos propone unas herramientas fundamentales para orar con perseverancia y eficacia, logrando ser constantes en lo que hacemos diariamente, actuando de forma decidida y enfocada para ver la metas ya establecidas y emprendidas. Veamos:

1. Orar con Perseverancia (vv. 5-8): Perseverar no es un opción de vida, sino una obligación para mantenernos firmes en situaciones adversas, donde fácilmente podemos tirar la toalla. Jesús nos enseña a través de una parábola a orar y actuar con constancia y perseverancia, rompiendo ciertos protocolos, logrando obtener los objetivos que nos hayamos propuesto. La imagen de un amigo intenso, insistente por ofrecer lo mejor a su amigo que había llegado de viaje muestra la perseverancia, el actuar desmedido para lograr alcanzar lo que necesitaba. La historia muestra unos agravantes: 

a.    La hora. Es media noche
b.    No hay nada abierto a esa hora. No es una ciudad, es un pueblo
c.    No es fácil que el vecino se levante. Está dormido y es media noche
d.    El dueño de la casa está molesto por lo inoportuno.

Sin embargo, el vecino se levanta no tanto porque sea su amigo, sino porque existe un compromiso de hospitalidad y de servicio. Es aquí cuando necesitamos de una ayuda adecuada que nos impulsa a continuar hacia adelante para lograr lo que nos hemos propuesto. Si somos capaces de ayudar a los demás, haciendo incluso cosas imposibles, desmedidas, rompiendo ciertos protocolos, cuánto más lo hará el buen Dios como Padre del Amor que desborda su Espíritu. Es oportuno, entonces orar y laborar con perseverancia, pues no se recibe lo que no se pide. No se logra alcanzar cuando no se esfuerza y se persevera con disciplina. Orar con perseverancia nos ayuda a salir de nuestras seguridades, miedos y temores para emprender procesos de vida que contribuyan al crecimiento integral de los demás, dando oportunidad y posibilidad de transformar una sociedad.

2. La eficacia de la Oración (vv. 9-13): Actuar adecuadamente y con eficacia nos ayuda a alcanzar nuestras metas. Jesús, como buen formador nos enseña cuatro (4) herramientas para lograr que nuestra oración sea eficaz y productiva en el quehacer de nuestra vida: 

a.    Pedir: No se trata sólo de extender la mano y de pedir abundancia material, sino pedir por el "premio mayor", el Don por excelencia, Espíritu Santo (vv 13). Es el Espíritu Santo que nos enseña a orar al Padre, él que está abierto siempre a nosotros esperando que nos comuniquemos con su corazón. Es el Espíritu que se desborda sin límites, que nos impulsa y nos mueve para que logremos alcanzar nuestras metas, beneficiando el crecimiento integral personal y también el de los demás.
b.    Buscar: Dicen que el que no busca no encuentra. Quien busca a Dios siempre se verá sorprendido de sus riquezas y de sus grandes bendiciones para con sus hijos, descubriéndonos en un estilo de vida a la manera del Espíritu que construye y contribuye con valentía y decisión para aportar a la transformación de una sociedad. El buscador de Dios sirve y actúa sin límites y con valentía.
c.    Tocar: A quien toca la puerta, se le abrirá. Al abrir la puerta se abre un mejor espacio, un bien mayor para permanecer en comunión con el Padre. Tocar abre oportunidades y espacios para crecer y ayudar a progresar a otros en su proyecto de vida. Abrir la puerta es descubrir un nueva vida que seguramente nos impulsará hacia cosas nuevas, grandes y mejores de las que ya hemos hecho, alcanzando así nuevas metas que nos ayudarán a encontrar sentido y realización a nuestra existencia y a la de los demás que caminan junto a nosotros.
d. Importunidad. Esta acción puede sonar a un acto de desfachatez e intensidad de una persona, que pide, que busca, que toca la puerta, que insiste, que persiste y que molesta. Sin embargo, es una herramienta que da confianza, que ve oportunidades para desarrollar, progresar y avanzar para mejorar la calidad de nuestra vida, dando lo mejor de nosotros, sin desconocer nuestra realidad...si aún los hombres y las mujeres saben dar cosas buenas..., cuánto más nos dará el Padre si oramos con perseverancia. El buen Dios-Padre sabe dar cosas buenas a sus hijos. Es oportuno orar siempre, actuando con perseverancia y eficacia, sin límites para continuar progresando y mejorando cada día en nuestro quehacer diario, renovando nuestras relaciones y ayudando a que otros logren también llegar a sus metas.
Luis Fernando Castro Parra. Teólogo- Magister en Familia

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