DINAMISMO Y PROACTIVIDAD DE LA MISIÓN Lc 10, 1-12

DINAMISMO Y PROACTIVIDAD DE LA MISIÓN
Lc 10, 1-12

Luis Fernando Castro P.
Teólogo
Muchas personas actúan constantemente en el quehacer de su vida cotidiana, esperando que suceda algo extraordinario para mejorar su calidad de vida; entre tanto otras buscan que alguien decida o se haga cargo de sus vidas, creando meramente aspectos e ilusiones que lo supeditan, conduciéndolo al fracaso y estancamiento de su existencia. Sin embargo, algunas personas toman una actitud distinta, asumiendo con responsabilidad y de modo activo el desarrollo y la riqueza que se les ha dado en su vida para contribuir a mejoras en el proyecto maravilloso de las relaciones humanas y de la sociedad, haciendo prevalecer su libertad, mostrando que es posible hacer que las cosas sucedan para el crecimiento integral. A la luz de la Palabra de Dios se nos propone algunas características propias del misionero, facilitándonos desarrollar y aportar con dinamismo y proactividad a nuestra misión de contribuir para que hayan ambientes, familiares y sociales, más sanos y favorables para el crecimiento de todos. Veamos: 

1. Fomentar el dinamismo y proactividad de la misión (vv. 1): Involucrar a otros en el propósito y cumplimiento de las metas, incentivando a superar las dificultades y diferencias para encontrar nuevas soluciones y puntos de vista es una de las funciones y acciones relevantes en el manejo de un buen liderazgo comunitario o social, dando como resultado un nuevo dinamismo al proceso y desarrollo efectivo de la misión. Jesús como un buen líder involucra (Designó el Señor...) en su servicio a sus discípulos en el proceso de la formación, pero también los incentiva a aportar con responsabilidad (y los envió) en el crecimiento integral de las personas: ...para que fueran delante de sí a todas las ciudades...adonde Él debe ir.

2. Pensar y trabajar comunitariamente (vv. 1b.1d): Para remar y pedalear siempre hacia adelante logrando conseguir grandes alegrías y triunfos es importante aprender a pensar y trabajar comunitariamente. Hacer cosas juntos... de dos en dos... es generar un buen ambiente y buenas relaciones entre quienes hacen parte del equipo...a otros setenta y dos...Trabajar en equipo estimula a la creatividad, generando grandes ideas y soluciones, ante diferentes situaciones y toma de decisiones, prescindibles en los momentos de fortaleza y también de debilidad, haciendo posible que se crezca y se mejore en el contacto y relación con los demás, cada uno con sus habilidades y carismas, dando como resultado mayor productividad en el dinamismo de la misión.

3. Tener Apertura a nuevas experiencias (vv. 2b): La clave para llegar a ver nuestra sociedad de una manera distinta, comienza en la apertura e inclusión a nuevas experiencias, nutriéndonos de una visión diferente de las situaciones y circunstancias que giran y se mueven en el quehacer de nuestra vida. Es la actitud del orante que... ruega al Dueño de la mies para que envíe obreros a su mies...Cuánto más tengamos apertura y contacto a nuevas experiencias humanas, más posibilidades y señales podremos captar del actuar de Dios en todos y en cada uno de sus hijos, superando los pensamientos rígidos y ayudando a que otros crezcan y avancen sin miedos y temores hacia el cumplimiento de sus metas. 

4. Practicar la proactividad (vv. 10, 3): Emprender acciones y hacer que las cosas sucedan para mejorar nuestra calidad de vida, trae también sus riesgos, persecuciones constantes y conflictos...les envío como corderos en medio de lobos...Superar el "capricho" familiar y social de actuar de prisa, dejándonos llevar por una sociedad llena de conflictos y por los impulsos emocionales del momento, cayendo en acciones agresivas, arrogantes e insensibles es posible conseguirlo cuando practicamos el hábito de la proactividad en el dinamismo de la misión, contribuyendo con nuevas estrategias, sabiendo lo que necesitamos y actuando en consecuencia con nuestra libertad y responsabilidad.

5. Salir de la zona de confort (vv. 4): La importancia de salir de lo que nos crea alguna seguridad o nos hace sentir cómodos, implica tomar decisiones complejas que superan la pereza mental. Pero, una vez que decidamos y nos arriesgamos a comenzar, dando el primer paso, causa un nuevo sentido y dinamismo a la misión que se nos ha encomendado para transformar y hacer crecer integralmente. Salir de la zona de confort significa desprendimiento de algunas cosas que nos pueden afectar, estancar y distraer en el camino hacia el cumplimiento de nuestras metas y propósitos de ayudar...no lleven bolsa, ni alforja, ni sandalias. no saluden a nadie por el camino... para aprender nuevos elementos que nos impulsan al buen desarrollo de nuestra misión y proyecto de vida, obteniendo resultados distintos y más favorables para el propósito constructivo y dinámico de la misión.

6. Ser Constructor de paz (vv. 5-6): El dinamismo de la misión refiere a la transformación de las relaciones entre las personas, facilitando el desarrollo productivo de las diferentes capacidades humanas...paz a esta casa... Ser constructores de paz es la misión más cercana al crecimiento y avance en la mejora de los diferentes aspectos y relaciones familiares y sociales porque nos ayuda a desarrollar la espiritualidad de la inclusión, superando las competencias, ambiciones, rivalidades y privilegios. Acoger sin límites es generar un nuevo tipo de relaciones y contactos que sirvan para sanar y fortalecer los diferentes ambientes a los que pertenecemos y participamos, haciendo crecer en la familiaridad de Dios.

7. Dar para ganar (vv. 7-9): La clave para crecer y alcanzar un nuevo dinamismo de la misión consiste en ayudar solidariamente a los demás a conseguir lo que ellos también desean, obteniendo ambientes más sanos y libres (...curen a los enfermos...), aportándoles para que avancen hacia su realización personal (el reino de Dios está cerca de ustedes). Lo importante no es afanarse ni poner nuestros esfuerzos por la ganancia o la acumulación de bienes materiales y espirituales, sino de crear ambientes familiares y sociales en el que se fortalezcan, crezcan y mejoren las relaciones de la sociedad, sustentando y dando sentido y realización a nuestra existencia (...porque el obrero merece su salario...) (vv. 7). Cuando damos lo mejor de nosotros y ayudamos a otros a dar lo mejor de ellos con un buen desarrollo de un proyecto de vida, ¡todos ganamos!, creando espacios más sanos, donde florece la alegría y la felicidad para quien da y para quien acoge y recibe.

8. Superar los condicionamientos externos (vv. 10-12): El dinamismo y la proactividad de la misión no hace alianzas con las relaciones sociales que impiden el crecimiento integral de las personas, oponiéndose al buen desarrollo del proyecto maravilloso de Dios. Superar los condicionamientos externos es aprender a tomar distancia (...hasta el polvo de su ciudad que se nos ha pegado a los pies, se lo sacudimos...) de las actitudes negativas y tóxicas que obstaculizan la realización personal y el crecimiento eficaz de las diferentes comunidades y de la sociedad para mantenernos perseverantes, actuando con eficacia en las diferentes situaciones que se nos pueden presentar en el dinamismo de la misión, haciendo que las cosas sucedan y se transformen en beneficio de todos. ¿Cuál será el propósito que tienes hoy para aportar y dar un mejor dinamismo a la misión?
Luis Fernando Castro Parra. Teólogo- Magister en Familia

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