TENER ROSTRO DE PADRE Mt 1,16-18-21.24a
TENER ROSTRO DE PADRE
Mt 1,16-18-21.24a
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Luis Fernando Castro Parra TEÓLOGO |
¿Cómo traducir la importancia de ser padre en la vida cotidiana? A la luz de la Palabra de Dios, el anuncio a José lleno de signos divinos permite descubrir algunas herramientas que son un aporte para la importancia de tener rostro de padre. Los padres en el ámbito familiar contribuyen también, junto a las madres al bienestar de la comunidad familiar. Un aporte que va más allá de ser proveedor económico. Lo primero. Sabe afrontar los distintos momentos de la familia con discernimiento, decisión y confianza. No abandona. Está presente. Esto da seguridad, piso a la comunidad familiar evitando perder el control o estar buscando culpables por lo que le pasa o le deje de pasar. Lo segundo. Seguir un mapa de vida. Cómo padre de familia pone objetivos, orienta hacia las metas, sigue y da instrucciones para impulsar para promover a los de su casa para poder avanzar y crecer. No improvisa. Tener claro los objetivos logra desarrollar con eficiencia y eficacia la misión de ser papá, evitando que los hijos mendiguen afuera lo que no encuentran en casa. Lo tercero. Estar al servicio del hogar. Descentrarse de sí mismo como padre para ir más allá de las necesidades y deseos particulares es emprender el valor esencial de servir a la familia logrando apoyar y contribuir a los sueños, a los proyectos de los hijos y de la esposa, facilitando el bienestar de la familia, generando frutos de alegría, de paz y de relaciones saludables que engrandece el regalo maravilloso de la casa familiar. Cuarto. Defender la vida. Frente a las amenazas, los peligros contra la vida el padre es defensor, pone el escudo en lo correcto. Ayuda pero no hace cosas por sus hijos. Desde ejemplos sencillos comienza a proteger la vida. Promueve el esfuerzo y la constancia para que descubran nuevos horizontes. Y, finalmente, descansa para escuchar la voz de Dios. Para madurar en la fe y en la grandeza de la humildad. Para percibir nuevos caminos que vayan más allá de lo aprendido, de lo conocido, de lo riguroso. En fin tener rostro de padre vale más que cien maestros.
Luis Fernando Castro P.
Teólogo- Magister en Familia
@parraluisferf
luisferflormaria@yahoo.es
https://www.youtube.com/channel/UCPU82iuDDxt-dZQojhXYv4A
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