LA HUMILDAD ENGRANDECE Lc 18, 9-14

LA HUMILDAD ENGRANDECE 
Lc 18, 9-14
Luis Fernando Castro Parra
TEÓLOGO

Te puedes estar preguntando ¿Cómo mejorar, cómo encajar en las distintas esferas de tu vida? A la luz de la Palabra de Dios Jesús narra una parábola para aquellos que confiaban en sí mismos despreciando a los demás, poniendo la grandeza de la humildad como herramienta para enaltecer. Es importante cultivar una relación especial con Dios, a través de la oración, pero también es la ocasión para tomar la opción de progresar en la relación con los demás, admirando, respetando, reconociendo lo mejor en cada una de ellas por sus esfuerzos por sus alcances y sus cualidades. Esto es un acto de personas con actitudes constructivas y humildes en todos los aspectos, que no sólo quieren y desean lo mejor para sí mismos, sino también para las demás. Eso evita caer en la trampa de la autosuficiencia, el orgullo y el señalamiento negativo. Respetar y elogiar a los demás sin interesar sus condiciones hace parte de una vida con libertad,  responsabilidad y humildad. El dinamismo de los humildes se convierte en una experiencia que fija y acorta distancias en las relaciones humanas, abre caminos, llena, alegra y fortalece el interior de la vida, dando un fruto abundante que ayuda a mantener encendido el servicio y la disponibilidad colaborativa hacia el progreso y crecimiento de los otros. Los humildes son modestos y sencillos ante el alcance de sus logros, piden ayudan cuando lo necesitan, aceptan sus propias limitaciones, admiten que no todo lo saben y lo pueden explicar, no tienen complejos de superioridad ni tienen miedo a equivocarse, están siempre en la actitud de aprender, sabiendo ganar o perder, comparten sus logros con aquellos que también lo merecen por su esfuerzo por su dedicación y ayuda de trabajo, reconocen las cualidades de los demás y les ayudan para que se fortalezcan y lleguen a desarrollar con eficacia nuevas capacidades, comparten sus conocimientos y saben trabajar en equipo, generando opciones y decisiones de vida. Ejercitar la humildad te engrandece, pero también ayuda a engrandecer y favorecer a los demás.
Luis Fernando Castro P.
Teólogo- Magíster en Familia
@parraluisferf
luisferflormaria@yahoo.es
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