DUEÑOS DE SI MISMO PARA DAR FRUTOS Jn 8, 31-42

DUEÑOS DE SI MISMO PARA DAR FRUTOS
Jn 8, 31-42
Luis Fernando Castro P.
Teólogo PUJ

¿Has escuchado las frases: de tal palo, tal astilla, de tal padre, tal hijo, hijo de tigre sale pintado? A la luz de la Palabra de Dios, Jesús mantiene un diálogo frontal con los judíos de su tiempo, quienes defienden su postura sobre la Ley, considerando que en ella está la única Verdad que libera. Pero, actuar a lo que dice la Ley debe promover y sustentar la libertad. Llevar el control de tu vida es aprender a ser dueño de sí mismo, evitando la manipulación, teniendo una actitud crítica y constructiva para no perder la paz y la libertad que te ha dado, como don la vida. Hay quienes no consiguen ser dueños de sí mismos, de sus pensamientos, de sus decisiones, de sus acciones, convirtiéndose en esclavos de sus propios actos, de sus apetencias, de sus comportamientos porque se han dejado arrastrar por ciertos impulsos negativos que obstaculizan su crecimiento. No aceptan otras propuestas, otras opciones, otras alternativas, prefiriendo quedarse pensando y haciendo lo mismo. Tomar las riendas de tu vida no es una tarea fácil, pero sí es el mejor proyecto al que te puedes dedicar como persona libre que eres. El proceso comienza tomando conciencia, interiorizando de lo que eres y de lo que no, para acoger, asimilar y vivir de lo que es mejor y de lo que puedes mejorar en ti, y de esta forma, actuar con responsabilidad, creando y desarrollando tu proyecto de vida con dedicación, eficacia y compromiso. Un camino que te permite disfrutar en todo momento, en toda circunstancia mientras andas hacia las metas que te hayas puesto o hayas soñado. Ser dueño de sí mismo es el que está animado desde su interior a ver el mundo y a las personas de una manera distinta, a tener un apertura exponencial, con la capacidad de renunciar en momentos determinados a lo que le apetece, a lo que es cómodo, a lo que esclaviza, a lo que impide avanzar, dejando ver lo mejor que hay en ti: el amor, el servicio, la abundancia de la vida. Esto es un aprendizaje paciente, pero facilita decidir por sí mismo sobre tu vida, tus opciones y tus acciones, consiguiendo dar verdaderos frutos que benefician tu vida personal, pero también hace feliz el proceso de otras personas que están cerca de ti.
Luis Fernando Castro P.
Teólogo-Magíster en Familia
@parraluisferf
Luisferflormaria@yahoo.es

Comentarios

Entradas populares de este blog

SABER ESCUCHAR PARA AMAR Mc 12, 28b-34 Domingo Trigésimo Primero del Tiempo Ordinario (Ciclo B)

EL ARTE DE VIVIR JUNTOS PARA SIEMPRE Mc 10, 2-16 Domingo Vigésimo Séptimo. Tiempo Ordinario (Ciclo B)

RESCATAR LA VIDA, SIRVIENDO CON GENEROSIDAD Mc 10, 35-45 Domingo Vigésimo Noveno del Tiempo Ordinario (Ciclo B)