EMPEZAR DE NUEVO, UNA OPORTUNIDAD VITAL PARA CRECER Jn 1, 29-34
EMPEZAR DE NUEVO, UNA OPORTUNIDAD VITAL PARA CRECER
Jn 1, 29-34
![]() |
Luis Fernando Castro P. - Florecita Teólogo PUJ |
Comenzar un nuevo tiempo, una nueva etapa nos exige inevitablemente, volver a empezar, volver a plantearnos ciertos retos para aprovechar oportunidades, deseando que lo que venga sea mucho mejor de lo que ya ha sido y de lo que hemos logrado con nuestros esfuerzos y con la ayuda de Dios. Es como si volver a empezar implicará crecer, avanzar, cambiar de actitud de vida para no quedarnos atrapados o estancados haciendo lo mismo, cayendo en círculos viciosos que no son recomendables para lograr progresar y profundizar en lo que realizamos. No hay duda que nuestra vida es experta en ponernos en situaciones que nos impulsan a empezar de cero, sin embargo, contar con la ayuda de alguien para emprender de nuevo el camino es importante porque nos da confianza, nos permite saber que no estamos solos y que lograremos hacer posible que lo que empecemos, empuje hacia el objetivo de conseguir integralmente, cumbres mucho más altas. Lo cierto es que volver a empezar abre la posibilidad a nuevas oportunidades para revisar, evaluar y proyectar en cada una de nuestras esferas humanas cada día como una página que formará un grandioso libro. Somos, entonces una sucesión infinita de inicios. Y, aunque no nos resulta muchas veces agradable volver a empezar porque no es fácil de enfrentar lo nuevo, lo desconocido, lo inevitable, lograrlo nos mueve a vivir plenamente, alcanzando mejores y nuevos resultados en nuestro proceso de crecimiento personal, familiar y social. A la luz de la Palabra de Dios, Juan Bautista rodeado de gente aprovecha para hablar sobre Jesús afirmando que Él es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, es en quien reposa y bautiza con Espíritu Santo. Es así como empezar de nuevo se nos convierte en una oportunidad vital para continuar creciendo, descubriendo el respaldo divino que nos impulsa a ir más allá de nuestros sueños y de nuestros pasos para vivir plenamente. Veamos
1. Todos, como personas distintas, con situaciones diferentes, necesitamos de una ayuda, de un respaldo, de unos estímulos que inunden de confianza nuestro interior, necesitamos de unas palabras que nos impulsen a continuar progresando en lo que hacemos y en lo que podemos emprender. El respaldo divino ha estado siempre a lo largo de la historia, más aún desde el seno materno (Is, 49,5). El profeta Isaías nos muestra cómo en un duro momento de exilio del pueblo de Israel, donde predomina el imperio dominante y en el que es fácil de perder la fe las palabras de ánimo de Dios nunca estuvieron ausentes: Tú eres mi siervo, en quien me gloriaré...te voy a poner por luz de las gentes, para que mi salvación alcance hasta los confines de la tierra...Tenemos el mejor y más grande respaldo para volver a comenzar. El Padre que es fuente de la vida, presente en nuestra vida está de nuestro lado, dispuesto a ayudarnos a construir, a avanzar y a crecer integralmente para que logremos mostrar al mundo la luz que resplandece en nuestro interior. Este respaldo que estuvo en el pueblo de Israel, lo estuvo también en su hijo Jesucristo para que él logrará desarrollar con eficacia su ministerio y su misión (Jn 1, 33). Es por esto, que podemos estar tranquilos y confiados para volver a empezar como una oportunidad para crecer porque contamos con el respaldo divino para dinamizar nuestra vida, para expresar con confianza que somos glorificados a los ojos de Yahvé, quien es nuestra fuerza (Is 49, 5), nuestra vida, nuestro amor sin límites para continuar avanzando hacia las metas que nos hayamos propuesto. Dios tiene el propósito el plan fiel para nosotros, sólo hay que tener la tranquilidad y la espera en los signos que se van dando en las situaciones, en las circunstancias cotidianas (Jn 1, 30-33), y en las que el buen Dios nos comunica su ayuda, su respaldo, su aliento, su fuerza; aunque, parezca que no veamos nada, a pesar de los esfuerzos, de las luchas, de las batallas, de los sacrificios, él está funcionando porque él no cambia su esencia, porque él quiere y no sabe dar otra cosa que lo mejor para nosotros. De esta manera, nada podrá impedirnos ir más allá de nuestros sueños y de nuestras limitaciones, de desaferrarnos de lo que nos estanca para trazar un camino distinto que nos permita volver a empezar. Algunos dirán, que estas palabras o estos acentos de vida resulta fácil y rápido leerlo; sin embargo, en la práctica se requiere de esfuerzo, de trabajo y de astucia, tener la certeza y la confianza del respaldo divino haciendo que las distintas situaciones de nuestra existencia crezcan, avancen y mejoren, las metas propuestas no se queden en ideas, sino alcancen grandes y generosos frutos, viendo que lo imposible se hace posible.
2. Abrirnos a un nuevo empezar cuando estamos frente a situaciones en las que no es posible ver más allá que el momento que estamos experimentando es complejo, pero es importante ir más allá de los sueños y de nuestras limitaciones porque podemos desplegar nuestra creatividad, poniendo todo en una nueva perspectiva que nos llega a sorprender y a impulsar a sacar lo mejor de nosotros. Estamos destinados a hacer cosas mayores de las que ya hemos hecho (Is 49,6); es poco, comparado con lo que podemos hacer para construir y para contribuir en el crecimiento de muchas personas. Paralizarnos frente al caos que vivimos, desde diferentes situaciones, siempre será la salida más fácil; en cambio, podemos volver a empezar nosotros que hemos sido santificados, consagrados por Jesucristo, somos pueblo santo que avanzamos hacia la meta, sabiendo que somos una persona que nada nos debe detener para ofrecer motivos de esperanza, de vida en cada escenario al que pertenecemos y participamos porque hemos sido llamados y enviados para servir sin límites con libertad y sin otra condición que ayudar a muchas personas en su crecimiento, como aporte al evangelio, a la vida y a todos nuestros procesos posibles que nos encaminan hacia la plenitud (cf. Salmo 39, 2-10). Somos santos capaces de pensar y de ver más lejos de nuestras realidades; somos un cántico nuevo que con nuestras voces podemos enfocarnos en la mejora de las condiciones de nuestra vida, viendo de una forma distinta, sin pesimismo, asumiendo un estilo de vida diferente donde es posible hacer brotar la paz, la justicia y la gracia que procede de quien nos respalda y existe eternamente.
3. Todos queremos, seguramente alcanzar en nuestra vida alguna meta que nos hayamos trazado, sin embargo, llegar al objetivo no es en absoluto un camino de rosas, son muchas cosas, situaciones y experiencias por las que debemos pasar y cruzar. Por esto, es importante resaltar el respaldo divino, sabiendo que el buen Padre está de nuestro lado y quiere lo mejor para nosotros (cf. Is 49, 4b) porque no será un Dios que pide solamente sacrificios, sino que además se sacrifica, se entrega con generosidad así mismo: Es el Cordero de Dios... (vv. 29). Es un Dios que da más de lo que pedimos. Un Dios que nos sorprende. He aquí un Cordero en lugar de un león. Un Dios que se ha hecho pequeño, no para imponer, sino para proponer una nueva vida, una revolución caracteriza en el amor, en la ternura. Entonces, decir Cordero, nos recuerda en primer momento el significado sacrificial y expiatorio que tenía el cordero en el Antiguo Testamento (cf. Ex 29) y, al mismo tiempo nos muestra a uno que se deja conducir por su pastor. Para ser un buen Pastor es necesario ser primero oveja. Jesús no perdió la mirada en quien era su Padre, es por eso que al comienzo de su servicio se presenta como cordero. Tener claridad sobre esta gracia nos ayudará a superar los obstáculos, las situaciones inesperadas con la mejor actitud sin perder la mirada en aquello en lo que nos hemos enfocado. Nuestra vida está llena de muros y de paredes muy altas, que debemos escalar y superar para continuar creciendo, avanzando y mejorando en nuestra calidad de vida. Son muchas las veces que nos fatigamos inútilmente, dejando que las circunstancias nos invadan o nos carguen, impidiéndonos vivir con optimismo, alegría y plenamente, pero hemos sido creados para dejar el mundo mejor de lo que lo hemos encontrado, desde lo que somos y desde lo que podemos desarrollar para ayudar a transformar su proceso.
4. Quedarnos estancados en complejos, en culpas, en miedos o en temores, cuando contamos con el respaldo de Dios, con el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo (Jn 1, 29), manso y humilde, con el poder maravilloso del Espíritu Santo que anida, reposa en nosotros (vv. 33), es mantener una mirada pesimista, negativa y poco esperanzadora. Jesús es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (vv. 29), es quien llevó nuestros pecados en su cuerpo sobra la cruz para que nosotros pudiéramos vivir y alcanzar la vida eterna (cf. 1Pe 2, 24), dejándonos ver que su acción salvífica tiene dimensiones universales, una salvación para todos. Juan Bautista define a Jesús en principio como el Cordero de Dios y después afirma que este Cordero es también hijo de Dios (vv. 34). Juan ha visto y conocido a Jesús. No se lo guarda para sí mismo, sino lo comparte para que todos lo conozcan y permanezcan en él (cf. Jn 15,4); por lo tanto, es la hora de volver a empezar, de estar dispuestos para continuar progresando (la salvación nos expande, nos da alas para volar muy alto), manteniendo una actitud distinta, positiva y, con la idea de que tenemos la capacidad de enfrentarnos a todo, superando, aprovechando oportunidades y nuevos caminos que nos señalan algo más grande: el que venía detrás era más grande...existía antes que yo (vv. 15.30.33). En resumen, sacar el tiempo para volver a trazar metas, discernir y escribir nuevos proyectos poniendo todo esto en manos de quien nos respalda y reposa en nosotros nos facilitará para que apoyados con acciones constructivas se vuelvan una realidad en el que disfrutamos vivir en plenitud nuestra existencia, como hijos de Dios, siendo testigos del Hijo, guiados por la maravillosa presencia del Espíritu Santo que mora en nuestros corazones.
Luis Fernando Castro P.
Teólogo PUJ- Magister en Familia- ULIA
@parraluisferf
luisferflormaria@yahoo.es
Comentarios
Publicar un comentario