EL ANUNCIO DE UNA NUEVA CREACIÓN Mt 1, 18-24
EL ANUNCIO DE UNA NUEVA CREACIÓN
Mt 1, 18-24
Revisar constantemente nuestros pensamientos, actitudes y acciones es una oportunidad para evaluar y enderezar el rumbo de nuestra vida, muchas veces ya planeada estratégicamente, en dirección a encontrarnos con elementos nuevos que, seguro nos harán crecer integralmente como personas, como familia y como sociedad, lanzándonos a realizar cosas nuevas. Esto nos impulsa a pensar y a actuar de una manera más flexible y distinta, poniendo una pizca de valentía, de riesgo y de aprendizaje en cada momento de nuestra vida, sea desagradable o agradable, logrando mantenernos firmes en las metas que nos hemos trazado, discerniendo lo que es más importante y dejando lo que parece que es sólo una tradición que, en muchos instantes y momentos, atenta y perjudica el avance que nos hemos propuesto como seres humanos al servicio de los demás. A la luz de la Palabra de Dios, el anuncio a José, esposo de María, sobre el génesis de Jesús, de que el niño engendrado en el vientre maternal de María es obra del Espíritu Santo nos facilita observar de un modo fascinante la espiritualidad de María y José, pero a su vez, hallar la misión de este niño que nace, llamado Emmanuel, Dios con nosotros. Un anuncio rodeado de signos divinos que nos permite elaborar nuestro proyecto de vida para que junto al Padre formemos un nuevo amanecer caracterizado de fe, esperanza y amor. Veamos:
1. Se ha dicho que una persona es más fuerte, cuando cayendo sabe afrontar las distintas dificultades y circunstancias que se le presentan en el trascurso de su vida con decisión, con confianza y con alegría. En los acontecimientos previos al nacimiento de Jesús, María, una joven, desposada con un hombre llamado José se encuentra encinta por obra del Espíritu Santo (vv. 18). José, un hombre comprometido, enamorado, dispuesto a casarse con una mujer a la cual ama y respeta se encontró (situación inesperada) de repente que con la mujer con quien estaba desposado, está embarazada, esperando un niño que no es de él, sino que es obra creadora de Dios en el vientre materno de María. Es decir, que el niño que espera María no es obra ni de José ni de otro medio humano, es un asunto que proviene de Dios, el cual ya se había anunciado desde antiguo por el profeta, mostrando que una mujer embarazada sería la señal de un Dios que cuida, a su pueblo (cf. Is 7, 10-14), que está siempre presente.
2. Pero esta situación inicial seguramente derrumbo a José en su interior, queriendo dejarlo todo, llevándolo a la angustia, a sentirse confundido, a generar dudas, a verse lleno de temor y desconcierto ante un "aparente" engaño e infidelidad de su amada. No era fácil asimilar la situación, aunque esto fuera acción maravillosa y sorprendente de Dios. Dicho de otra manera, José se encuentra ante una situación nueva y sorprendente, caracterizada por un conflicto en el que él no hace parte porque si bien es esposo de María, no es padre del niño que ella espera. Sin embargo, este hombre afronta el momento difícil con decisión y confianza, superando la trampa del enojo y de la venganza. José en medio del conflicto y de lo que nos puede también llegar a sorprender en situaciones inesperadas, no salió corriendo, sino que reflexionó, discernió y tomó una decisión justa y sin tanto escándalo: dejar libre, sin querer desacreditar a su amada, usando el repudio en secreto (vv. 19) el cual por la ley de la época, tenía derecho y por las pautas matrimoniales que se respetaban en el momento. Una acción que muestra la sensibilidad espiritual de este hombre justo, la cual se relaciona no desde criterios meramente humanos, sino comprendida en la búsqueda de la voluntad de Dios.
3. Comenzar a formar un nuevo tiempo, un nuevo amanecer, una nueva creación en nuestra existencia es importante que podamos aprender a afrontar las situaciones y los distintos momentos de nuestra vida con discernimiento, decisión y confianza, evitando convertir los problemas o las dificultades en una figura desastrosa o en un acabose en el que ya no hay salida y, en donde creemos que lo mejor es huir o alejarnos de la realidad para caer en el abandono de la soledad y de la tristeza. La estrategia de los problemas o de las situaciones adversas que podemos estar atravesando es hacernos más fuertes, más solidarios, más generosos, confiados en el dueño de la creación, de los seres y de la historia para que aprendiendo a no perder el control ni tampoco asumir la actitud de estar buscando culpables por lo que nos pasa o nos deje de pasar abramos el corazón a sus bendiciones, haciendo una experiencia de justicia y de salvación (cf. Salmo 23, 1-6), fruto de hacer la voluntad de Dios. De esta manera, afrontar la vida con decisión y confianza es descubrir que con la ayuda de Dios... por obra del Espíritu Santo... podemos hacer algo más allá de nuestras situaciones adversas, incomprensibles y complejas, de nuestras posibilidades y limitaciones, logrando abrir un nuevo amanecer, formando una nueva creación por medio del Espíritu de Dios en el que podemos contribuir a nuestro crecimiento personal, ayudando y compartiendo lo mejor de nosotros en el progreso integral de muchas personas en un orden de fraternidad y familia.
4. Si estamos perdidos o desubicados en algún lugar, las señales o el tener un mapa a mano se convierten en herramientas para poder avanzar y llegar al objetivo. Cuando José había tomado ya una decisión basado en el respaldo de la Ley y en sus propios planes, Dios por medio de un ángel se aparece en un sueño (Pausa activa- Medita, reflexiona) para reconfortarle y entregarle algunas instrucciones (cinco afirmaciones: No temas tomar contigo a María... porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo...Dará a luz un hijo...le pondrás por nombre Jesús...porque él salvará a su pueblo de los pecados... (vv. 20-21) para que una vez esté "despierto" llegue a ejecutarlas con eficacia en el desarrollo de su misión. En medio del sufrimiento, la aflicción y el desconcierto de José, ahora era necesario escuchar el punto de vista de Dios para que todo el discernimiento elaborado y las decisiones tomen sentido porque lo importante en este evento no es tanto que nazca el niño, sino conocer al niño, su dignidad y su misión en el paso de nuestra historia. No era quedarnos solamente en el problema, había que verlo desde el sentido ilógico y, a veces incompresible para nosotros de Dios. Así que, Dios interviniendo, cambia los planes de José comunicándose a través de un sueño, como también lo había hecho con José el hijo de Jacob (cf. Gen 37,5), invitándolo a ...no temer... para que pudiera ejercer con responsabilidad la misión de acoger a María (vv. 20b) y acompañar el nacimiento del niño: dará a luz un hijo...(vv. 21a), poniéndole nombre: Tú le pondrás por nombre Jesús...(vv. 21b), o sea, adoptándolo, dándole identidad en la historia, asumiendo de este modo a Jesús (Yahvé Salva) como su hijo, formando así, junto a María una nueva creación, una familia por medio del Espíritu Santo. Esto nos deja ver que Dios no sólo se fija en María, también lo hace con José, convirtiendo a esta pareja en una familia de servicio y de vida no sólo para Dios sino para toda la humanidad.
5. En realidad la intervención del ángel en el sueño de José, no era entonces tanto para explicar el embarazo o la maternidad de María, sino para indicar a este hombre justo el papel que le correspondía en el plan de Dios, junto a María y a su hijo: Ponerle nombre al niño, destinándolo a su misión salvadora (Jesús: YHWH Salva). La misión del niño tiene una función concreta, salvar a su pueblo de sus pecados (vv. 21c) para que el mismo pueblo viva y se realice en el proyecto y el querer de Dios; un Dios siempre fiel que acompaña, que no abandona nunca su proyecto para bien de todos. En este sentido, entonces recibir instrucciones es una forma de aprendizaje con el propósito de escuchar y actuar eficazmente, logrando mejores y mayores resultados, permitiendo que podamos ir más lejos, asumiendo con responsabilidad el papel que nos corresponde en nuestra historia de vida. Seguir las instrucciones, recomendaciones u orientaciones adecuadas de quien quiere lo mejor para nosotros nos ayuda a crecer en la grandeza de la humildad, pero también nos permite profundizar, aclarar ideas para lograr desarrollar con eficiencia y eficacia la misión que emprendemos en el nuevo amanecer, alcanzando mejores resultados, guiados por la intervención de Dios, quien es siempre fiel a su pueblo y, en éste a nosotros.
6. Por eso, dejarnos guiar o iluminar por aquellas personas, que con su experiencia y profesionalidad nos ayudan a crecer, es facilitar el camino para alcanzar las metas que nos hayamos propuesto, logrando mejorar en nuestro servicio y quehacer cotidiano de nuestra vida, superando los obstáculos que impiden ejercer con responsabilidad nuestra libertad, donde seguramente beneficiaremos a los demás, creando ambientes más saludables que contribuyan constantemente a formar un nuevo tiempo, un nuevo amanecer que nos impulse a continuar avanzando hacia nuevas cumbres, nuevas metas en el que Dios siempre nos respaldará (cf. Mt 28, 20) porque está siempre con nosotros (Emmanuel) (vv. 23) y para nosotros, fiel a su proyecto inicial. Esto no nos deja de sorprender y de causar admiración porque a este nombre anunciado desde tiempos atrás (cf. Is 7, 10-14) nos muestra un Dios compartiendo nuestra vida para transformarla. Dios está con nosotros. Un Dios padre de todos sus hijos. Un Dios que está con quienes le invocan, pero también con aquellos que lo ignoran, pues él no sólo habita en unos corazones, sino en todos, acompañando sus gozos, sus alegrías, y sus penas, o sea, un Dios que desea que nadie se quede fuera de sus bendiciones (cf. Rm 1, 1-7). Esto nos debe animar en estos tiempos, ahondando en nuestro interior para descubrir que no estamos caminando solos por la vida. Dios está con nosotros, aunque no grite, no utilice la fuerza y nos respete siempre. Esto nos pone en modo de alegría nuestras vidas porque aún cuando nadie nos comprenda o surjan los momentos adversos, tenemos un Dios que nos consuela, nos sostiene y nos llama a continuar hacia adelante para continuar construyendo una mejor calidad de vida caracterizada por la justicia y la fraternidad, siempre dispuestos a servir para ayudar y mejorar lo que hemos hecho a favor de muchas personas.
7. Entonces, formar un nuevo amanecer, un nuevo tiempo que anuncie una nueva creación, necesitamos tomar con decisión el desafiante camino del emprendimiento, poniéndonos al servicio de los demás, aceptando el plan de Dios, el cual trae beneficio para todos. José después de haber escuchado las instrucciones del ángel en el sueño, despierta, obedece prontamente y sin discusión, recibiendo en su casa a María, su esposa: ..hizo como el ángel del Señor le había mandado (vv. 24). Este es el "Fiat" de José que como esposo y ahora como padre se pone al servicio de María y del hijo que ella espera, abrazando así los planes de Dios y el servicio a su familia, formando una nueva creación, dando inicio a una nueva etapa de vida que los conducirá hacía algo mucho mejor. De esta manera, podemos comprender cómo la obediencia y la acción de José en sintonía con el plan divino, muestra como la Palabra de Dios es realizable cuando seguimos al pie de la letra sus instrucciones con discernimiento, reflexión y en sintonía con el corazón de Dios. En los tiempos actuales y presentes de nuestra historia, actuar con rapidez, pensando en todo lo que tenemos que hacer a lo largo de nuestros días, nos encierra en nuestro propio mundo sin permitir ver más allá de nuestras necesidades y deseos, sin poder ver lo que está sucediendo alrededor de nuestra realidad familiar y social. Esto nos estresa, pero también nos hace alejarnos de la necesidad y la realidad de los demás, provocando actitudes egoístas y, en ocasiones llegar a estados de soledad, de depresión y de tristeza. Ponernos al servicio de los demás con amor y alegría nos sana, nos levanta, nos engrandece como personas, nos conduce a mejorar en lo que somos y en lo que hacemos, nos hace felices, facilitando ayudar ante cualquier necesidad que puedan tener los demás, dando sentido y valor a nuestra vida. Es posible que esta acción nos saque de nuestros planes, seguridades y comodidades, de nuestra pasividad y de los distintos problemas de la vida, pero es posible también encontrarnos en una situación que abre nuevas experiencias en el que podemos sacar lo mejor de cada uno de nosotros, enriqueciendo a los demás con los distintos aspectos de nuestra vida y el amor que brota a través de nosotros de un Dios siempre presente en medio de su comunidad.
8. En resumen, el anuncio del nacimiento de Jesús a José es una obra creadora de Dios, quien mostrando su fidelidad está en la capacidad de liberar a su pueblo de sus pecados con el fin de que éste entre en el dinamismo del Emmanuel, el Dios con nosotros, para que puestos al servicio divino caminemos hacia la plenitud de la vida con alegría. Por eso, tener la actitud permanente de servir nos ayuda a entrar en la comunión y en la fidelidad de Dios, pero al mismo nos facilita mejorar y a crecer en nuestras relaciones humanas porque nos evita centrarnos en nosotros mismos, para lograr centrarnos en el bienestar de los demás (cf. Mt 25, 40), generando frutos de vida, de alegría y de paz en el ámbito familiar y en la sociedad a la que participamos y pertenecemos. En consecuencia, unos de los frutos que efectuaremos en esta acción de vida es la alegría interna que causa el reconocer lo que se puede alcanzar con la ayuda de Dios, pero también nos permite sentirnos libres de nuestros apegos y aparentes necesidades, despertando las ganas de servir, de consolar y de animar a otros a desarrollar y disfrutar más su vida en fraternidad, amor y paz, percibiendo de alguna manera el Emmanuel vivo, sencillo y grande que actúa y está con nosotros.
Luis Fernando Castro P.
Teólogo- Magister en Familia
@parraluisferf
luisferflormaria@yahoo.es
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