UN DIOS CERCANO Y CON ROSTRO PARA TODOS Jn 1, 1-18

UN DIOS CON ROSTRO Y CERCANO PARA TODOS Jn 1, 1-18 Luis Fernando Castro P. TEÓLOGO Todos como personas tenemos un origen, una identidad y una fuente de vida que nos hace grandiosos y admirables. No estamos caminando en la historia por un golpe de suerte ni mucho menos por un acto mágico ni tampoco por un accidente o un mal cálculo. No estamos aquí en este mundo por una equivocación o por un error. Cada uno de nosotros venimos con unos orígenes, con una historia, con una raíz y con un rostro que nos hace visibles y semejantes a otras personas. Tenemos un principio, unas fuentes de vida, dadas por el amor de unos padres, pero también por el amor de un Dios que se nos hace cercano. Nacemos y nacimos en un tiempo, en un espacio determinado. Nacimos dentro de una familia con luces y sombras, en medio de unas condiciones de vida, algunas colmadas de deterioro, de exclusión y de mentira, pero otras llenas de oportunidades, de esperanza y de crecimiento progresivo. A la Luz de...