INSTRUCCIONES PARA SER LIBERADORES DE LA VIDA Mc 6, 7-13 Domingo Décimo Quinto-Tiempo Ordinario (B)

INSTRUCCIONES PARA SER LIBERADORES DE LA VIDA
Mc 6, 7-13
Domingo Décimo Quinto-Tiempo Ordinario (B)
Luis Fernando Castro
 TEÓLOGO PUJ 

Realizar un cambio de mentalidad, de itinerario y de comprensiones profundas en nuestra experiencia de vida para lograr crecer y aportar en la calidad de vida de los demás, dejando de ser espectadores, pasando a ser iniciadores y emprendedores, donde junto a otros facilitamos caminos, orientaciones que ayuden a la transformación y restauración de la gente hace parte de quienes aprendemos a distinguirnos, tomando riesgos y desprendimientos, cuyo fin las acciones y las actitudes no hacen parte de lo que es común, sino que abren la puerta de acceso poniendo la mirada y la atención a favor del crecimiento y la vida de muchas personas. A la Luz de la Palabra de Dios, Jesús, llama a los Doce y los envía de dos en dos con instrucciones específicas que distinguen a quienes se disponen a ayudar a aportar la novedad de la vida a favor y en crecimiento de muchas personas para que multipliquen y extiendan el trabajo y el itinerario del Maestro. Veamos: 

1. Para transformar nuestra realidad y la experiencia de vida en los comportamientos, desde el corazón es necesario contagiar de esperanza y de confianza en la novedad de la vida, asumiendo una escala de valores que nos compromete y nos responsabiliza a realizar lo que hemos aprendido para aportarlo de una manera adecuada y eficaz. Jesús después de haber sido rechazado en la sinagoga de Nazareth (cf. Mc 6, 1-6) convoca a sus discípulos para enviarlos de dos en dos a la misión de multiplicar su trabajo, dándole su autoridad sobre los espíritus inmundos (vv. 7). Cuando Jesús llama a sus discípulos para enviarlos de dos en dos, significa que los discípulos representarán al Maestro, no van en nombre propio, van en calidad de testigos, embajadores del mensaje que han recibido por parte del Maestro, apoyándose entre sí...de dos en dos, estando en acuerdo, concordes, incluso corrigiéndose, creciendo en las relaciones interpersonales, para hacer creíble lo que se enseña; pero también, evitando que la visión de la comunidad y de lo encomendado en el proyecto de Dios no caiga ni se desarrolle con criterios basados en el individualismo o en la búsqueda de intereses particulares, sino que mantenga el objetivo de la misión, logrando enfrentar y vencer las distintas manifestaciones del mal con el poder y la autoridad de Jesús, delegada a los discípulos.. De esta manera, los convoca entorno a él, los envía y les da poder:.. dándoles poder... (vv. 7). Así ha comenzado una nueva etapa en el itinerario; no sólo para estar con Jesús; también para ser enviados. Dos movimientos que se complementa para continuar hacia adelante en la misión.

2. Entendemos que la realización de las personas no está en la búsqueda solamente de sus propios intereses, que sería una manera equivocada de actuar en la vida y de abrir acceso a crear diferencias abismales que conllevan a dar fuerza al mal, sino en la forma de estar de acuerdo y en sintonía con el proyecto de Dios para conocerlo y transmitirlo mejor, llegando a vivir la experiencia de la plenitud, de la realización personal, siendo presencia del Maestro para otros. Somos la primera línea de presencia de Dios en el mundo para transformar, para acabar con todo aquello que nos divide, que nos fractura y genera grietas entre unos y otros: … los envío a expulsar los demonios... (vv. 7). Jesús les confiere a los discípulos el poder de ser liberadores de vidas aprisionados, golpeadas y enajenadas. Así, que el llamado para ser enviados a la gente no es una condición estática...ve y profetiza a mi pueblo Israel (Amós 12, 15), está referido a mantener la obra eficaz del acontecer transformador del Reino para que el mensaje de vida y de paz cuyo fin, es rescatar a los seres humanos (vv. 13) mejore la calidad de vida de las personas y, éstas se pongan por encima de aquello que las desfigura y les impide actuar con libertad, cambiando el mundo de injusticia por acciones que rescaten la forma de mirar a los demás, logrando crear verdaderos lazos de fraternidad (cf. Ef. 3, 1-14). Esta proclamación; sin embargo, respeta la libertad y la decisión de cada uno como persona, de quien sabe acoger y de quien en su desinterés rechaza o actúa con indiferencia y desprecio.

3. Muchos de los proyectos y de las actividades que emprendemos usamos nuestras estrategias y herramientas, maniobras y artimañas buscando que las personas se acomoden y se conviertan con base a nuestros intereses y argumentos; pero, en el proyecto de Dios, la evangelización es distinta porque la lógica de Dios no tiene el objetivo de convencer, sino de aprender a acoger y a hospedar a quienes servimos. Jesús, después de haber llamado a sus discípulos les recomienda algunos elementos importantes para llevar a cabo la misión de una manera adecuada (vv. 8-11). Estas instrucciones no son una larga lista ni unas simples sugerencias como tampoco algo pesado que se deba llevar, por el contrario son una orden....les ordenó...(vv. 6, 8) centrada en dos aspectos interesantes: el equipaje y la reacción que debemos tener como discípulos frente al fracaso y el desinterés de algunos, como también, la reacción frente aquellos que acogen el mensaje. Las instrucciones para los misioneros no se centra en sí mismo y en sus seguridades. El misionero que va en busca de la gente, no puede permitir que su camino se impregne de acomodaciones y de instalaciones, aunque los trayectos y los procesos sean escabrosos y largos. Quedarse con un bastón, su vestido y sus sandalias es permanecer con lo esencial. Los misioneros llevan solamente su mensaje y su poder dado por Jesús. Su labor va acompañada y respaldada por la presencia de Dios (cf. Salmo 85 (84), 13-14), sin pretensiones y haciéndole entender a las personas el comportamiento negativo cuando rechazan el mensaje de vida (vv. 10). Los enviados dejan claro que quienes rechazan a los enviados, rechazan a Aquel que ellos anuncian; sin embargo, si nos rechazan o nos desprecian aprendemos a dar lo mejor porque la vida que se nos ha dado es para vivirla y para salvarla.

4. Es importante, entonces, en un primer momento evitar instalarse en seguridades, en apegos, en comodidades interiores y externas que nos impidan avanzar y progresar en el camino y en las tareas que nos han encomendado como liberadores de la vida. Caminar con lo necesario y con lo esencial es tener la prioridad, la confianza por lo que es más importante, lejos de lujos y de riquezas, pues lo que nos distingue de otros no es el vestido, la riqueza y deseo de tener, sino la disponibilidad, las actitudes, las decisiones y las acciones que desarrollamos y entregamos en favor de los demás, proyectando y transmitiendo una vida de esperanza, de crecimiento y de paz: … calzados con sandalias y no vistáis dos túnicas... (vv. 9). Cuántos más ligeros caminemos más posibilidad habrá para lograr avanzar y llegar a cabo el éxito de la misión. Cuando el interés es tener más mando, más reconocimiento, más imágenes, más nombre y prestigio, se destruye la unidad, se fractura la hermandad y la fraternidad haciéndonos más frágiles y débiles para llegar a la meta. Para lograr el objetivo de la misión, es necesario renunciar al tener para lograr dar, servir sin condicionamientos, representando y haciendo presente la acción maravillosa y transformadora del Maestro. Lo único que se pide por eso, es llevar es al "hermano", al otro porque en éste también está la presencia de Dios que nos corrige, nos anima y nos da la fuerza, el sustento para continuar avanzado. Llevar la presencia de Dios a través del otro, como compañero de viaje y de camino tiene la función de mostrar la acción de Dios ante los demás, en especial para aquellos que lo necesitan para transformar y dar comienzo a un nuevo estilo de vida.

5. La segunda parte de las instrucciones consiste en la reacción, frente a la acogida y el rechazo del mensaje que se anuncia (vv. 10-11). Por su puesto que en este cambio de mentalidad y de proceso de misión, no siempre nos vamos a encontrar son situaciones fáciles que nos permitan alojarnos en un lugar específico, siendo acogidos de la mejor manera. Algunos nos acogerán y darán las posibilidades hospitalarias, otros nos rechazarán, nos cerrarán las puertas; sin embargo, quienes estamos disponibles a ayudar y a distinguirnos de los demás, transmitiendo la propuesta y representando al Maestro se mantiene estable y perseverante con la mirada puesta en quien lo enviado, pues no trata de hacer sentir extraños a quienes son distintos, como tampoco abrir brechas entre unos y otros dejando a medio camino. Lo interesante es reaccionar de una forma adecuada cuando se nos abre las puertas, cuando se nos ofrece un espacio de alojamiento porque la reacción patenta el mensaje y también la humildad de quien ha sido enviado. El misionero no busca espacios cómodos, antes bien se contenta y se alegra de llegar en el lugar donde ha sido acogido porque, por una parte hay un lugar y una oportunidad para evangelizar, para compartir la vida con aquellos que lo han acogido. 

6. Al mismo tiempo, esto permite formar una comunidad donde no existen preferencias ni distinciones, logrando fortalecer los lazos de fraternidad entre unos y otros, acortando las brechas y las distancias, entre unos y otros, incluso entre Dios y la humanidad, dando un paso gigante a una nueva relación. Además, quedarnos en un sólo lugar hará que sea más fácil ubicarlo por las gentes que quieren aprender e ir más lejos de lo enseñado y predicado. Pero, si es rechazado el misionero, si no se recibe el mensaje, sencillamente hay que partir de allí (cf. Mc 6, 5) sin pensar en cerrar los horizontes a la misión, pues siempre habrán otras puertas que se abran, otros espacios para evangelizar y continuar la obra del Maestro. No se trata, entonces de convencer, como tampoco de quedarse en la discusión originando divisiones y distracciones, se trata de avanzar, evitando quedarnos anclados en cosas que no haría bien al dinamismo de la misión, tampoco quedarse en acuerdo con las actitudes negativas porque esto traería consecuencias funestas en las relaciones humanas (vv. 11b). Quien rechaza al misionero, rechaza la Buena nueva que se anuncia, la cual transforma, vence al mal para que vivamos de una manera distinta según la voluntad de Dios.

7. Las consecuencias y los efectos que logramos hacen parte de un proceso de vida y de la manera que estemos sintonizados con el proyecto de Dios...predicaron que se convirtieran (vv. 12). La misión de los discípulos al final es exitosa si siguen las instrucciones: expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban (vv. 13). Las instrucciones de Jesús no es solamente para la misión puntual de los Doce, es asimismo, muestra de cómo debe ser la misión en todos los tiempos. No importa el tiempo y el lugar donde queramos llevar a cabo la misión, lo importante es el mensaje, el cual es abierto para todas las gentes sin ninguna exclusión. Jesús ha sido enviado por Dios. Y, ahora la autoridad de Jesús envía a los Doce, entendiendo que la misión depende del Maestro. De él sale y a él vuelve. Los discípulos anuncian la necesidad de la conversión, llevando a cabo cosas extraordinarias que manifiestan la participación de la obra y del itinerario de Jesús. Más aún, las multiplican porque la gente lo ha sabido recibir de una manera adecuada; muchos se han liberado y se han curado (vv. 13) porque se ha anunciado el Reino de Dios como enviados de Jesús.

8. En resumen, un discípulo de Jesús no está solamente para ser convocado y llamado, también para ser enviado a la misión con el poder y la autoridad de Jesús. El Maestro forma a sus discípulos para la misión como pescadores de hombres (Cf. Mc 1,17). Los Doce salen al campo no para decir cosas; lo que nos interesa como misioneros es la manera de comportarnos. No es tanto el contenido del mensaje, sino el estilo de vida porque lo que se anuncia debe pasar por el testimonio de vida que cada uno tenemos y ofrecemos con nuestras acciones y actitudes. Dicen por ahí en nuestra cotidianidad que el ejemplo arrastra más que las palabras. Esto es lo más relevante para que la misión no se abrume con complejidades que hacen de la vida algo muy pesado y muchas veces riguroso. El mensaje es para descansar y saber confiar en Dios y en nosotros mismos, poniendo nuestra mirada solamente en Él. Es posible que al ayudar y al aportar no cambie el mundo; pero, sí es posible que el mundo de una persona o de una familia, se renueve, cambie con nuestra ayuda y nuestro aporte con la autoridad que produce predicar la Buena Noticia del Reino de Dios (cf. Mc 1, 15), fuerza que recibimos de Dios.

9. La apertura y la confianza que tengamos frente a Dios y a la propuesta de la Buena Noticia que se anuncie, corresponderá a lo que vemos y experimentamos en consecuencia con la autoridad del Reino de Dios...sanaciones....muchos se curaban y exorcismos...expulsaban muchos demonios (vv. 12-13). Lo importante es tener una vinculación profunda con Jesús para sentirnos discípulos enviados para hacer cosas maravillosas que manifiesten la presencia y el mensaje liberador y sanador de Dios. Sentirnos llamados, capacitados para ser enviados, de manera responsable y consiente las conclusiones serán sorprendentes y grandiosas porque el Reino de Dios se hace presente en medio de la gente que necesita ser curada, trayendo unidad, fraternidad y crecimiento para muchas personas, ocasionando alcanzar una mejorar calidad de vida para todos como discípulos y como apóstoles, enviados a comunicar el mensaje de la vida que sana y libera.
Luis Fernando Castro P.
Teólogo- Magister en Familia
@parraluisferf
luisferflormaria@yahoo.es

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