OPCIÓN ACTIVA Y DINÁMICA DE LA VIDA Jn 1, 35-42
OPCIÓN ACTIVA Y DINÁMICA DE LA VIDA
Jn 1, 35-42
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| Luis Fernando Castro Parra TEÓLOGO |
En ocasiones queremos seleccionar la mejor y más óptima opción para avanzar y crecer en nuestra experiencia de vida en todos los aspectos, favoreciendo un estilo de vida que se caracterice por un dinamismo nuevo, que abandone las seguridades y acciones viejas para abrirse a nuevos encuentros que constituyan una verdadera realización personal junto a otros, contribuyendo, a su vez a que otros encuentren también su mejor decisión y acción en la dinámica de la vida. A la Luz de la Palabra de Dios, Juan el bautista y el discípulo Andrés señalan el camino a sus seguidores y hermano, mostrando que Jesús es el Cordero de Dios, el Mesías (el Cristo)para que siguiendo al Maestro permanezcan con él toda su vida, asumiendo un nuevo estilo en su experiencia que impactará de un modo positivo y progresivo en relación con los demás. Veamos:
1. Facilitar el camino para que otras personas encuentren la mejor opción en su vida hace parte de quienes con disponibilidad total, evitan los protagonismos, dejando que otros también encuentren, avancen y logren permanecer en el proyecto que les señala su realización. Juan bautista que se encontraba con dos de sus discípulos, fijando la vista en Jesús... les dice ¡He aquí el cordero de Dios! (vv. 36). Una acción que posteriormente se hace notar en el modo que Andrés, hermano de Simón Pedro, uno de los dos que había escuchado a Juan y lo había seguido, le dice: hemos encontrado al Mesías, que traduce Cristo. Lo condujo a Jesús (vv. 40-42a). Tener claro cuál es nuestro lugar evitará muchas dificultades en nuestra experiencia de vida porque sin duda facilitará que se abran nuevos caminos y nuevas oportunidades que seguramente traerán algo siempre mejor, no sólo para sí mismo, sino también para provecho y beneficio de los demás. Para esto se hace necesario preguntar, superando el mundo de lo inmediato y la reducción de una respuesta (vv. 38), pues no es posible actuar como jefe, cuando sencillamente tenemos una labor, un cargo o un empleo. Podemos ser protagonistas de nuestra propia historia si tomamos la mejor opción activa y dinámica de la vida, la cual no discrimina ni excluye, por el contrario nos impulsa a encontrarnos con un dinamismo, con un conjunto de cosas que revelan la voluntad divina y que nos adhiere a una mayor responsabilidad, motivada por ver más allá de nuestras posibilidades y de lo que podemos percibir en nuestro proyecto de vida: ¡Vengan y vean! (vv. 39).
2. Cuando hemos encontrado la mejor opción activa y dinámica de la vida queremos permanecer en esta experiencia, aunque esto implique o exija dejar lo anterior. Los discípulos de Juan, cuando escucharon a su maestro, que Jesús era el cordero de Dios, lo siguieron...y viendo dónde vivía se quedaron con Él aquel día (vv. 37-39). Para que otros, logren avanzar y realizarse es interesante descubrir la capacidad de desprenderse, es necesario abandonar al antiguo maestro para buscar al definitivo y, así comenzar un nuevo estilo de vida, un nuevo dinamismo que no sólo afectará la vida personal, sino también la de los demás (vv. 38.42). Por supuesto, que esto implica abrir la posibilidad de quedarse solo, pero con la dicha de haber conducido a otros hacia el camino y la opción activa y dinámica de la vida que transforma, que es camino hacia la meta (Cf. Jn 14,6) y que conduce hacia nuevas experiencias en el que es posible fraternizar y hallar nuevas relaciones que reflejan la sorpresa de haber encontrado un tesoro.
3. Encontrar y seguir la opción activa y dinámica de la vida es permanecer en la escuela del amor permanente que transforma y hace vivir constantemente juntos a otros. Por eso, el encuentro con Jesús, de aquellos discípulos no se quedó solamente en pasar el resto del día con él, sino que a raíz de una nueva experiencia profunda cabe el interés de compartir (vv. 41) y comunicar para que otros también ganen, gocen y se sientan afectados de un modo constructivo por la nueva experiencia: ...tú eres Simón, hijo de Juan: te llamarás Kefas, que significa piedra (vv. 42). De esta manera, compartir la experiencia de vivir en un modo de crecimiento, abre la posibilidad de empezar a vivir como si fuera el primer día de nuestra vida en el que no sólo dejamos un pasado, sino que tomamos una nueva opción que es activa y dinámica, que enseña un estilo de vida diferente que nos mueve a aprender y alcanzar nuevas metas que serán beneficio propio, pero también de crecimiento constructivo para los demás. Por tanto, la opción activa y dinámica de la vida abre un camino para encontrarnos con nuevos retos (cf. Jn 2, 1-11) que seguramente nos facilitará ser mejores dando sentido y realización a nuestra vida, pero también a quienes con entusiasmo, con alegría, con testimonio les compartimos para que tomen su propia decisión y opción.
Luis Fernando Castro P.
Teólogo- Magister en Familia
@parraluisferf
luisferflormaria@yahoo.es
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