SOLEMNIDAD DE CORPUS CHRISTI (Cuerpo de Cristo)
SOLEMNIDAD
DE CORPUS CHRISTI (Cuerpo de Cristo)
Hoy estamos celebrando como Iglesia la maravillosa
Solemnidad del Corpus Christi. Los textos bíblicos que hoy meditamos nos
permiten descubrir y poder experimentar en nuestras vidas el fruto constante de
la redención. Podemos decirlo de otra manera: Un Pan que no se acaba porque
tenemos un Padre que no se cansa de ser generoso con sus hijos.
1. Qué
es Eucaristía:
a. Acción de Gracias (Gn 14, 18-20). El
contexto del texto está en un ambiente de batalla. Abrahán ha vencido a los
reyes enemigos. Entonces Melquisedec ofrece pan y vino bendiciendo a Dios por
la victoria. Esto es interesante porque después de cada batalla es importante
que demos gracias, sea que las ganemos o sea que no salgan como las esperamos.
Eucaristía es dar gracias en todo momento de nuestra vida
b. Es Recordar siempre (1Cor 11, 23-26):
Pablo dice que cada vez que la comunidad se reunía para comer y beber del pan y
el vino, esto es Eucaristía. Una celebración que cada domingo participamos, lo
cual que significa todos los días permanecemos en Pascua. El judío sólo celebra
una vez al año la PASCUA. En Esta celebración conmemoran la liberación de
Egipto, es decir la victoria sobre el Faraón; pero a su vez celebran la
travesía por el desierto y la tierra que hay que conquistar. De esta manera
Eucaristía es recordar cada día la liberación, es decir cuál es el faraón a
vencer hoy en tu vida, cuál es la tierra que debemos atravesar para alcanzar la
meta y cuál es la tierra que debemos conquistar, la meta que queremos alcanzar.
Una celebración donde nosotros “exageramos” (celebramos 54 al año, mínimo) para
recordar que estamos en Pascua constantemente. Sin embargo, para no caer en el
banalismo, en la costumbre tenemos un día como hoy para que podamos meditar un poco
más y descubramos sentido a lo que
celebramos.
c. Compartir Lc 9,11b-17). Eucaristía es dar lo que se ha recibido.
Tenemos como hijos de Dios un Padre generoso que nos ha dado mucho más de lo
que nos podamos imaginar, sin embargo actuamos con mezquindad. Miremos: El
texto de Lucas muestra un evangelio lleno de números (el 7, 5000, el 12). Pero,
el más importante es el uno (1). De 5.000 y más, sólo uno cambio la historia,
los demás se quedaron con los “brazos cruzados”.
¡Hermanos lo que se da se comparte! Jesús tomo,
bendijo partió y repartió lo que uno ofreció para 5000 y más. Lo que se da con
generosidad se multiplica. Qué bueno será entonces revisar que tanto nos ha
dado el buen Padre para que hoy lo tomemos, demos gracias, lo partamos y lo
compartamos, pues el pan nunca se acaba,
no se agota, siempre hay más para bendecir a los demás.
2.
Conclusión
a. El
Padre que tenemos es un Dios generoso que siempre bendice
b. El
pan nunca se acaba, es abundante y siempre presente
c. Tres
personas: El ser humano como aquel que está siempre sediento del pan y el vino.
La Iglesia, como comunidad que celebra, participa. Y, Dios que siempre da el
pan para bendecir a través de cada uno de nosotros.
d. Entreguemos
hoy lo que el buen Padre nos ha dado y pidámosle al Buen Dios que nos ayude ser
ese uno que comparte con generosidad, cambiando la travesía de la historia. Un
abrazo…Feliz domingo. El buen Señor les siga bendiciendo y guiando. Luis
Fernando Castro.

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