LOS “SONIDOS DE DIOS” EN EL ADORADOR
LOS “SONIDOS DE DIOS” EN EL ADORADOR Entrad, rindamos homenaje inclinados, ¡arrodillados ante Yahvé que nos creó! Porque él es nuestro Dios, nosotros somos sus pueblo, el rebaño de sus pastos (Salmo 95, 6-7) El invitatorio del salmo 95 es una alusión no sólo a alabar al Buen Dios por lo que Él hace, además, llama a tener un acto de adoración, reverencia, honra y servicio al Señor, es decir una vida integral, sumergida en el Espíritu, una vida fundamentada en las acciones del Hijo que agrado, confió y miró siempre al Padre con amor, cariño y ternura. Quien no escatimo nada por mostrar que el culto verdadero de la adoración a Dios está en Amar sin límites, sin condiciones. Los “sonidos de Dios” en el adorador son vibraciones o lenguajes del Amor que brota de lo profundo de su ser, haciendo de la adoración algo no superficial o estático, por el contrario, mueve a tener un verdadero estilo de vida ideal en el que se reconoce lo que es Dios para su vida, su familia y ...